Uno de los testaferros de Muñoz pidió declarar como arrepentido

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Uno de los detenidos vinculados a maniobras de lavado de dinero del fallecido Daniel Muñoz, ex secretario privado de los Kirchner, pidió ayer al fiscal federal Carlos Rívolo que se lo considere como “imputado colaborador” en esa causa.

Se trata de Carlos Gellert, acusado en la parte del caso cuadernos de la corrupción que apunta a reconstruir el destino de unos 70 millones de dólares que presuntamente lavados por Muñoz y su viuda, Carolina Pochetti, también detenida, informaron fuentes judiciales.

Gellert y su esposa, Perla Puentes Reséndez, fueron titulares en algunas de las sociedades de Daniel Muñoz en Estados Unidos, cuando dejaron de serlo Sergio Todisco y su ex esposa, Elizabeth Municoy. A través de esas sociedades se compraron y vendieron las propiedades por un monto aproximado de 70 millones de dólares.

Gellert se presentó ante Rívolo, uno de los fiscales de la causa, para pedirle declarar como arrepentido, aunque esta condición deberá ser aceptada por el juez del caso, Claudio Bonadio.

El magistrado aún no homologó un acuerdo firmado por los fiscales con otro detenido en esta parte del caso, el ex ministro de Economía de Santa Cruz Juan Manuel Campillo.

Gellert está sospechado de haber intervenido en las maniobras para ocultar a los reales propietarios de inmuebles comprados en la ciudad estadounidense de Miami.

En esta parte de la investigación, Bonadio aún no resolvió las situaciones procesales de la viuda Pochetti y otros acusados, algunos de ellos excarcelados luego de haber sido aceptados como arrepentidos.

En la causa principal, la Cámara Federal porteña ya confirmó el procesamiento con prisión preventiva a la ex presidenta Cristina Kirchner -en libertad por tener fueros parlamentarios-, y a los detenidos Julio De Vido, ex ministro de Planificación Federal, y sus ex funcionarios José López y Roberto Baratta, entre otros.

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