Tienen cámaras, seguridad privada y alarma vecinal, pero igual les robaron

Un matrimonio salió de su casa en 69 y 135 para ir a Quilmes. La situación fue aprovechada por cinco ladrones encapuchados y con guantes, que forzaron un portón golpeándolo con un auto. Se llevaron 80 mil pesos

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Un matrimonio de Los Hornos se cuidó de tomar distintos recaudos para que su casa fuera segura: le instalaron un sistema de alarma y a también un equipo de monitoreo con cámaras de video.

No conformes con todo eso, hasta se sumaron a los vecinos del barrio que pagaron para instalar, tiempo atrás, el sistema de Alarma Vecinal. Sin embargo, todos esos mecanismos de prevención no alcanzaron para disuadir ni evitar que una banda de cinco delincuentes lograra su propósito de saquear el domicilio. Lo que sí hicieron fue filmarlos con bastante nitidez, lo que podría ayudar a identificarlos.

El ataque ocurrió minutos antes de las 10 del último martes en una casa que está en la esquina de 69 y 135, a donde, según registraron las cámaras de los damnificados, los maleantes arribaron en un auto Volkswagen Bora de color negro, de modelo reciente.

Probablemente a sabiendas de que la pareja se había ido en su coche un rato antes, como lo sospechan las víctimas del escruche, subieron el Bora de “culata” a la vereda del garaje. Luego, quien estaba al volante hizo marcha atrás para dañar deliberadamente el portón de chapa de la finca.

Segundos después, otros cuatro sujetos bajaron del vehículo encapuchados, con guantes y, uno de ellos, hasta con un chaleco como los que utiliza la Policía, para meterse presurosos en la vivienda en la que habían resuelto dar el golpe.

“FUE EN 6 MINUTOS”

Mientras esperaban a que llegaran los peritos de la Policía Científica para levantar rastros, Ruben Alberto Almandoz (70), su mujer y otros familiares ofrecieron a este diario los detalles de lo que fue el primer robo en esa casa en la que viven desde hace 30 años.

Por una cuestión laboral, “ese martes nos fuimos de acá a las 8 y media de la noche” en dirección a Quilmes, contó Ruben, abriendo paso a la sospecha de que la banda posiblemente estaba “vigilando nuestros movimientos y supieron cuando nos fuimos”.

“Algunos vecinos hasta los vieron pasar un rato antes por la cuadra en ese Bora más de una vez”, apuntó. Más allá de cualquier duda, Almandoz tiene la certeza de que los ladrones “sabían que podían encontrar dinero. Vinieron a buscarlo y se lo llevaron nomás”. Según dijo, le robaron “80.000 pesos; nuestros ahorros de toda la vida”.

Lejos de contentarse con ese monto, los intrusos también se apoderaron de “alhajas, relojes, dos televisores de 55 y 50 pulgadas, un equipo de música, una notebook, un microondas y una tarjeta de crédito”, enumeraron las víctimas.

Por lo que se ve en la filmación de sus cámaras de seguridad, los escruchantes permanecieron en la propiedad durante “6 minutos”.

“Si no se quedaron más tiempo fue gracias a que la empresa de alarma que contratamos nos avisó que estaba sonando”, relató Ruben, por lo que su mujer llamó a la nuera y ella llegó rápido al barrio para que activaran la Alarma Vecinal. Al escucharla, los delincuentes decidieron escapar con lo que ya habían embolsado.

Ese breve lapso lo dedicaron a revisar con especial interés los dos dormitorios, que dejaron “muy desordenados”, detallaron los dueños de casa, sin pasar por alto que “también nos abrieron algunos cajones de un mueble del comedor”.

Al margen de las pérdidas materiales que le causó el robo, esta familia también debe afrontar ahora distintos gastos, como el de reparar los daños por la embestida contra el portón del garaje o el de una puerta interna que violentaron “usando una barreta”, describió Almandoz. El vecino, que radicó la denuncia en la comisaría Tercera, indicó que la inseguridad en esa zona “se daba más que nada con asaltos callejeros”. Y acotó que “siempre se caracterizó por ser un barrio tranquilo”.

En otro tramo de la charla, Almandoz -quien dijo ser transportista- recordó que ya tuvieron otro duro golpe hace 6 años, del que consiguieron levantarse “con mucho esfuerzo”. Fue el mismo que devastó a tantas familias de La Plata el 2 de abril de 2013, con la inundación que les dejó casi dos metros de agua en la casa y les destruyó, entre cosas, el auto. “Pero nos levantamos”, insistió Ruben, así, “sin acento”, aclara.

 

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