Las pistas que la menor fue dejando en las charlas con sus compañeritos y amigos

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¿La nena escapó porque ya no quería estar en su casa o la manipularon psicológicamente?

¿Victoria y Emanuel estaban obsesionados con ella o quisieron rescatarla? ¿Actuaron solos o con ayuda? ¿Dónde estuvo la pequeña en esos seis días? Si hasta más de 30 perros de cuatro divisiones distintas la buscaron por todo el territorio de Punta Indio.

La casa de la pareja fue allanada cinco veces. En su declaración ante la Policía (interrumpida apenas lanzó la confesión), Rivarola habló de una estrategia de ocultamiento insólita y deslizó que hubo otro sitio en el que la nena pudo estar en todo ese tiempo: “Ella nunca desapareció. Siempre estuvo en mi casa. Nunca se fue. Cuando venía la policía se escondía en el ropero y se tapaba los pies con los zapatos y su cuerpo con las prendas que estaban colgadas”.

Luego agregó: “Quiero las garantías que nos prometió el fiscal. Quiero decir la verdad. A. estuvo todos los días con nosotros pero no todo el tiempo acá”.

El plan de “desaparición” habría sido planeado con anticipación.

En las primeras horas posteriores a la denuncia de la madre de la nena se presentó a declarar el hermano de un compañerito de la escuela.

El mismo miércoles que desapareció, el chico le pidió que lo llevara a la playa para ver a la menor. Según el testigo, le dijo “tengo que verla porque me contó que hoy se va a Buenos Aires y no la voy a volver a ver por una semana”. Además, el padre de uno de los chicos que aquel día jugaron con la nena en la playa declaró que su hijo la vio hablando con Victoria.

A los tres días de la desaparición llegó un aporte clave, de la mano de otro padre: “Mi hija me contó que cuando (la víctima) estuvo en casa la semana pasada le había dicho que cuando estuviera en Punta Indio se iba a ir con una familia, la que había denunciado a su mamá por maltratos”.

 

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