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Autos, motos y anomia social

Miguel Angel Reguera dice: “Un auto que con una bola de acero que asoma del chasis daña a otro vehículo estacionado. Una goma de auxilio adherida a la puerta trasera es el terror de los capots y deleite de los chapistas. Espejos voladores gracias a las virtuosas maniobras de los motociclistas que no pueden esperar como todo el mundo a que el semáforo les de una luz verde. Paragolpes que exceden largamente la altura que establece la ley, y más, y más, y más. La anomia social es el signo característico de la época pero en nuestras calles la desaprensión y la falta de respeto por el otro llega al paroxismo. ¿Existe alguna autoridad de aplicación de la Ley que controle esto o seguiremos en un ‘viva la pepa’ eterno?”.

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