“Mujer salvaje”: la lucha de las mujeres latinoamericanas pulsando en el colectivo

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Un viaje que son dos: esta noche, desde las 21 en el Cine Select, tendrá lugar el estreno de la ópera prima de Nadia Martínez, que siguió con su cámara a Legüereale, desde La Plata hasta La Paz, Bolivia, para encontrarse con Warmi Tambor, un grupo de percusión compuesto por mujeres; filmando ese viaje entre trenes, colectivos, autos y paisajes, terminó retratando un viaje profundo hacia el sonido interno, un pulsar colectivo que las mueve a habitarse desde la consciencia, construyendo vínculos que trasciendan las diferencias, generando comunidad.

Se trata de la primera película como directora de Martínez, nacida en La Plata en 1983 y productora del aplaudido largo “Fuga de la Patagonia”, además de una veintena de documentales. La realizadora local “ya estaba con la idea de dirigir un tema que me representara de alguna forma” cuando el destino la puso frente a Legüereale. 

“Las conocí porque empecé a tomar clases de bombo con Yanil Abu Aiach”, la directora del combo de mujeres artistas independientes de la Ciudad que se dedica a la percusión, el canto y la danza con propuestas de carácter performático. Yanil le refirió su grupo, y la química fue instantánea: enseguida la agrupación partió hacia Santiago del Estero, y Martínez las siguió con su cámara y la idea de buscar una historia que contar.

La directora intentó no perturbar con su presencia y su cámara, pensando en un documental observacional, sin entrevistas, que ensayara una inmersión en ese universo de ritmos primales y sincronías físicas. El documental, sin embargo, tardaría en plasmarse de forma concreta: Martínez presentó el proyecto al INCAA, donde tardó un año en ser aprobado y luego otro hasta que el presupuesto fue aprobado.

Mientras tanto, “empecé a involucrarme con ellas, acompañarlas, filmar sus shows”: para cuando llegó 2018, Martínez relata que ya conocía la dinámica interna del grupo, cuánto podía dar cada una de las once integrantes de Legüereale frente a la cámara para contar la historia.

La historia era el relato de dos viajes: la odisea por tierra hacia La Paz, y otro viaje, que “fue apareciendo: planificamos el viaje por tierra, lo otro fue sucediendo al encontrarse esos dos grupos de mujeres. Empezar a tocar, a unirse en muy poco tiempo”, explica Martínez. “La música es un lenguaje universal: sentarte al lado de alguien que no conocés, y comenzar a tocar y tocar todas lo mismo, hacía emerger una confianza que por ahí es difícil generar. Cuando empezaron a tocar empezaron a surgir cosas, una conexión”.

Esas vibraciones, esa sincronía de cuerpos y ritmos, cobra un cariz simbólico en la pantalla, quizás sin la voluntad de la cineasta: la unión energética convierte a ambos grupos en una unidad, caminando juntas hacia una nueva realidad, un horizonte común, quizás una utopía, a través de su arte. Una de las integrantes de Legüereale refiere en el filme, de hecho, que hubo mujeres con otra historia, que lucharon de diferentes formas, y esto es lo que les toca ahora a ellas, a través del arte. “Ahí me sentí representada yo también”, dice Martínez: efectivamente, ella y su cámara se vuelven parte de esa misión sincronizada, de la vitalidad de esa lucha a través de un arte independiente, realizado a pulmón. 

En ese sentido, Martínez explica que “esto merece ser contado para que ellas puedan ser vistas”, pero también “para representar a muchas mujeres desde un núcleo muy chiquito”, buscando que el arte transforma “a una o dos mujeres a que hagan algo distinto”.

“A veces el cambio está mucho más a nuestro alcance: no hace falta dar un paso masivo, podés dar un paso para adelante aunque te sirva a vos y a quien tenés al lado”, explica, y pone como ejemplo las historias escuchadas en viaje de mujeres bolivianas que para salir a tocar el bombo un rato, en una sociedad machista, tenían que desafiar lo establecido. “Que una mujer lo haya hecho generaba una fortaleza enorme”.

Así, el encuentro entre estos dos grupo musicales, sintiendo desde el cuerpo y la experiencia, ofrece una mirada acerca de la importancia del movimiento feminista en Latinoamérica, que replica este pulsar intuitivo en acción necesaria, reuniendo a mujeres a lo largo del continente.

“Mujer salvaje”, que estará en pantalla desde hoy al próximo miércoles, será proyectada esta noche en el Select con la presencia del equipo técnico y una pequeña presentación, sin su habitual despliegue, de Legüereale, quienes mañana estrenarán su segunda obra, “La paz del fuego”, en el Teatro Dynamo.

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