Una nueva tragedia en la calle, en medio de una extensa ola de asaltos a repartidores

Una moto, una billetera, la comida. Todo lo que se pueda robar, en la calle es indicador de riesgo para los repartidores que se desempeñan, tanto en la vertiente tradicional del sistema, con motos del negocio al que se le compra o con las aplicaciones telefónicas que conforman un menú de opciones para optar entre productos.

El asesinato de Nicolás Pérez Gatti se inscribe en una larga lista de episodios de violencia en la calle por la que vienen reclamando los mensajeros desde fines del año pasado, cuando fue herido de un balazo en el pecho Kevin Sanhueza.

El estudiante de arquitectura neuquino llevaba un kilo de helado a un edificio de 16 entre 42 y 43. En el Hospital San Martín lograron salvarle la vida y no volvió a subirse a la moto. Para él terminaron así las noches de incertidumbre que varios de sus compañeros le relataron luego a este diario, cuando buscaban amparo a su actividad a través de controles policiales.

En los primero tramos de la investigación del crimen en Ponsati se identificó a un testigo que dijo ver merodear cerca de Pérez Gatti a dos hombres en una moto.

Un repartidor que trabaja con la mochila de la APP Glovo (la de mayor concentración de trabajadores) le dijo a este diario a mediados de año que en la calle, de noche, se sienten “presa” de ladrones que se mueven en moto y conocen los puntos de mayor circulación “glover”.

Los mensajeros están bajo presión y algunos llegan a esconder armas entre la ropa. El cuadro fue expuesto en otro de los momentos de mayor tensión por la sucesión de ataques a tiros y puñaladas. El 2 de julio, alrededor de las 21, cuando el Microcentro empieza a apagarse, un glover vio un asalto callejero en 9 y 46. Se acercó con intención de ahuyentar al ladrón, que huyó. Entonces, lo siguió hasta 10 y 46, donde se produjo algo inesperado: el perseguido dio media vuelta y enfrentó al glover. Según la investigación, intentaba un nuevo asalto, ahora al justiciero.

La escena dio lugar a un forcejeo entre los dos hombres: el ladrón tenía un revólver y el glover un cuchillo. Finalmente, cayó muerto Julio Zapata, de 47 años. Recibió dos puñaladas en el esternón.

Según contó Emiliano, referente de uno de los grupos de mensajeros de las aplicaciones, la situación de violencia contra el sector sigue en estos días: “el viernes a la noche, en 9 y 69 un a compañero lo chocaron con el auto y le robaron”.

El mensajero sostuvo que “hubo una o dos semanas en las que se veía más patrullaje pero en los últimos días eso cambió. Están los ladrones especializados y otros que son rateros, que salen a veces. En los últimos días aparecieron algunos robos”.