El otro “kiosquito” de Laurita Fernández

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Laurita Fernández le contó a Mirtha que, además del baile y la actuación, tiene “otro kiosquito”.

“Me puse un local de bronceado. Hace unos meses estaba desesperanzada y me dio ganas de generar trabajo, de tener algo que me despeje la cabeza del arte, la tele, el teatro y ocuparme y aprender nuevas cosas. Aprender de números, de stock”, contó la rubia que, según dijo, se contactó “con gente que sabe” y se animó: “Lo puse y no paro de pagar”, se quejó.

El local está en Villa Urquiza y, sobre la técnica que emplean, dijo: “Te ponen en una carpa, si querés desnudo o si querés en ropa interior, y elegís la intensidad del bronceado. Es como si te pintaran. Después te secás y te vas”.

Pero no todas son rosas: “No lo cuento para chivear. Los impuestos me matan. A fin de mes el contador me dice todo lo que hay que abonar y es impresionante”.

 

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