Manifestantes se convocaron en la Catedral para repudiar al cura Lorenzo

La protesta se realizó esta mañana en medio del tedeum por el 137 aniversario de La Plata. Al sacerdote de Gonnet se lo investiga por abuso sexual y corrupción de menores

Un grupo de manifestantes se convocó esta mañana en la escalinata de la Catedral, en pleno tedeum por el 137º aniversario de la Ciudad, para repudiar al cura Eduardo Lorenzo, el ex párroco de la Iglesia Madre de Dios de Gonnet que carga con una serie de acusaciones por abuso sexual y corrupción de menores.

Con pancartas en mano y banderas con imágenes del religioso investigado bajo sospechas de haber abusado de cuatro jóvenes, las personas entonaron cánticos de rechazo. “Señor, señora, no sea indiferente. Abusan de los pibes en la cara de la gente”, expresaron.

Los manifestantes, que además realizaron una volanteada, se identificaron como “familias de denunciantes sobrevivientes y activistas contra el abuso sexual eclesial”. “No estamos en contra de la Iglesia, estamos en contra de los abusos sexuales”, consignaron.

Como se sabe, la semana pasada Lorenzo sumó la cuarta denuncia por abuso de menores. Se trata de un hombre de 36 años, casado y con dos hijos, quien fue mencionado como “Juan” para resguardar su identidad.

Los sucesos, con la aprobación del denunciante, fueron presentados por integrantes de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico en Argentina, entre ellos Julián Bártoli, quien en su momento también denunció, ante la Justicia y públicamente, haber sido víctima del padre Lorenzo. 

“Juan se acercó a nosotros (la Red) luego de oír mi testimonio y me dijo ‘tu relato es como si lo hubiera dicho yo, el cura Eduardo Lorenzo te hizo lo mismo que a mí’. Primero buscó hacerse su amigo, su confidente, para luego abusar sexualmente de él y reducirlo casi a la servidumbre”, explicó Bártoli. 

En el relato que efectuó ante la Justicia, “Juan” mencionó que llegó a La Plata en el año 2001 y, como su familia era muy católica, comenzó a ir a la parroquia Nuestra Señora de Lourdes, donde asistía a misa y después se quedaba a tomar mate con Lorenzo en el departamento que éste tenía en la calle 17 entre 37 y 38”. 

El testimonio, relatado por Bartoli, quien leyó tramos de la declaración de “Juan” ante la fiscal Medina, destacó que “Lorenzo me hacía sentir especial con su amistad”. 

“Una vez que quedábamos solos -prosiguió el relato- en el departamento, me hacía acostar con él, y abrazarlo, decía que le gustaba mi olor y me pedía que le pase la mano por su cabello, a la vez que me decía que no había nada malo en ello porque éramos amigos”.

“Juan” contó a la fiscal que llegó a un estado de servidumbre, que se sentía “su mayordomo”, ya que “le cocinaba y hasta le pasaba crema en los pies a Lorenzo”. 

Bártoli destacó la valentía de “Juan” de acercarse a la fiscalía para dar su testimonio y, dirigiéndose a otras potenciales víctimas del sacerdote, aseguró que “nunca es tarde, siempre hay tiempo para sanar, para dejar atrás las pesadillas y ver al abusador tras las rejas”. 

“No hay que sentir vergüenza, la vergüenza está enfrente, la vergüenza es de Lorenzo”, concluyó Bartoli. 

Previo a conocerse la nueva denuncia, el mes pasado, Lorenzo pidió al arzobispo de La Plata, Víctor Fernández, “una licencia” en su “condición de párroco en la Parroquia Inmaculada Madre de Dios”, en Gonnet, que le fue concedida.

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