A cuatro cuadras de la pollajería, le cortaron la oreja a un carnicero

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A cuatro cuadras de distancia y casi sobre el límite que divide al platense Barrio Hipódromo con la ensenadense localidad de El Dique, el joven dueño de una carnicería sufrió un sangriento asalto que hasta cerca estuvo de costarle la vida.

Como lo reflejó este diario en su edición del domingo, el ataque ocurrió a las 20.30 del jueves en el local “Carnes Los Reseros”, enclavado en la esquina de 122 y 42.

Aprovechando que la puerta de entrada estaba abierta para que entrara algo de fresco, debido a que el aire acondicionado no funcionaba por una falla, dos delincuentes -uno de los cuales portaba una pistola- ingresaron resueltamente para llevarse todo el dinero posible.

Sin titubeos, enseguida ordenaron al propietario del comercio, Derlis Sotelo (21) y a su pareja a tirarse al piso detrás del mostrador.

Luego sacaron los 1.500 pesos que había dentro de la caja registradora.

Pero disconformes con el monto, le reclamaron a Sotelo que les entregara “la plata que tenés guardada en otro lado”.

En vano fueron las explicaciones del muchacho para hacerles entender que la plata que tenían ya en su poder era la única que había en la carnicería.

“Uno de ellos enfureció y agarró del mostrador una cuchilla de trabajo y me cortó parte de la oreja, de la mejilla derecha y el mentón”, recordó el comerciante de nacionalidad paraguaya.

Luego que su mujer “me sostuviera el pedazo de oreja que se me desprendió, sujetándola con servilletas de papel, un empleado de la ferretería de enfrente me subió a su auto y me llevó al hospital Gutiérrez. Un médico me dijo que dos centímetros más abajo y me cortaba una arteria”. Suele ocurrir que en sectores limítrofes haya diversas interpretaciones sobre la comisaría que debe actuar. En ese asalto, contó Derlis, “había dos chicas policías al lado. No actuaron por ser de otra jurisdicción”.

 

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