Abasto: a un granjero le robaron hasta los corderos y escaparon a los tiros

Fue en 221 y 496, donde delincuentes llegaron en una camioneta, cargaron los animales sustraídos y otros objetos de valor. Cuando regresaban para continuar el saqueo, apareció el dueño. La Policía detuvo a dos

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Hace 22 años que el hombre de 61 años vive en una casa de campo de las afueras de Abasto, donde se gana la vida criando animales de granja. Y jamás le había tocado padecer la amarga sensación que deja un episodio delictivo.

Con esa tranquilidad, Ricardo Enrique Sitoula fue entonces en la tarde del domingo fue a visitar a unos amigos que viven en la misma localidad platense.

Con uno de ellos regresó a su propiedad, situada en las calles 221 y 496, a las 8 y media de la noche. Apenas llegaron, vieron que la reja de la tranquera de entrada estaba rota.

Además, alcanzaron a observar que por los fondos huían en una camioneta dos sujetos que, al verlos, cubrieron su fuga les efectuando “dos ó tres” detonaciones de arma de fuego. Aunque no lograron herirlos.

Tras reponerse mínimamente del susto, enseguida comprobaron el faltante de algunos animales, así como otros daños en la vivienda.

“PENSABAN ROBARME TODO”

Cuando este diario llegó ayer al lote donde reside el damnificado, estaba acompañado por un hermano.

Visiblemente afectado por el escruche y la huida a los tiros, Ricardo informó a EL DIA que “al llegar con un amigo, estos tipos ya se habían llevado de acá en la camioneta a 11 corderos y 8 ovejas. También algunas máquinas como la de cortar pasto, la bordeadora, amoladora, agujereadora, el grupo electrógeno, bozales de plata y oro, varios cuchillos, uno de ellos de plata, y un montón de herramientas”, contó.

Según calcula la víctima, “volvieron para cargar a otros animales, como uno de mis perritos, al que habían dejado dentro de una bolsa, 30 gallinas y pajaritos. También una heladera, que ya habían corrido de lugar y otras cosas más. Pensaban robarme todo. Hasta me violentaron una reja que comunica con el comedor y sacaron de lugar a una puerta corrediza. Llegaba media hora más tarde y no encontraba nada”, expuso luego Ricardo.

Su amigo enseguida alertó al 911 sobre lo ocurrido y personal policial, minutos después, detuvo a dos sujetos que escapaban en dicha camioneta, una Ford F 100 roja con una banda en su parte media de color blanco, cuando circulaban a la altura del kilómetro 52 de la ruta 2. Exactamente a dos kilómetros de donde habían cometido el atraco.

A los arrestados les incautaron ese vehículo, así como algunas de las pertenencias que la víctima reconoció luego como suyas.

“Pude al menos recuperar el grupo electrógeno, la máquina de cortar pasto, la bordeadora y distintas herramientas”, indicó.

Sitoula lamentó que no pudo recuperar también los animales antes detallados. Con tono de resignación, reveló que “los 11 corderos que me robaron ya los tenía encargados para venderlos a unos clientes para las fiestas de fin de año”, dijo.

“Cada uno de ellos pesaban entre 11 y 12 kilos”, acotó para enseguida reflexionar: “perdí miles de pesos” sin ánimo de precisar cuántos. Y citó que “a un cordero chico lo dejaron atado. Iban a robarlo, como lo hicieron con su madre”.

 

 

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