Expectativa por las condenas a los sacerdotes del Próvolo

El juicio llega mañana a su fin y dos religiosos y un ex jardinero del Instituto aguardan el fallo. Entre los denunciantes se espera que la decisión del tribunal sea “una referencia en el mundo”

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El final del juicio a dos sacerdotes y un ex jardinero imputados por violaciones y corrupción de menores que asistían al instituto Antonio Provolo, previsto para mañana en Mendoza, era esperado con mucha expectativa en la comunidad y distintos organismos que aguardan fallos condenatorios que puedan convertirse en “un ejemplo y referencia en el mundo”.

Así lo señaló la diputada radical Daniela García, una de las primeras en escuchar las denuncias de los vejámenes en la Legislatura provincial y quien llevó el caso a la justicia. “Mendoza será un ejemplo y referencia en el mundo”, auguró al recordar denuncias similares por abusos sexuales cometidos por sacerdotes en ciudades como Verona, en Italia; o en La Plata, donde nunca se llegó a una instancia de juicio oral.

Tras tres años de investigación, la justicia decidirá la culpabilidad o no de los curas Nicola Corradi (83) y Horacio Corbacho (59) y al jardinero Armando Gómez (51), acusados de “abuso sexuales con acceso carnal agravado por la guarda y la convivencia preexistente con menores” contra niños hipoacúsicos” cometidos en el instituto Provolo de la localidad mendocina de Luján de Cuyo.

García fue quien en 2017 escuchó por primera vez a Luis Batistelli, profesor de Lengua de Señas, quien ayudado por un intérprete de señas le contó en la propia Legislatura los hechos aberrantes que ocurrían en el Próvolo.

Fue un 18 de noviembre de 2016, en medio de una charla sobre los Derechos del Niño en la Legislatura de Mendoza, cuando la senadora (hoy diputada provincial), tomó coraje y llevó la denuncia a la justicia.

“No me siento protagonista, los protagonistas son ellos”, aseguró, y llamó a mantener esa escucha activa y creer en estas personas porque lo que vivieron fue durísimo”.

García resaltó que “el mundo está pendiente de lo que pasa en Mendoza. Creo que se va a hacer justicia, se ha comprobado todo y por eso se ha pedido una condena ejemplificadora”, al recordar que la fiscalía pidió una pena de 45 años para los sacerdotes, mientras que los querellantes solicitaron la pena máxima, de 50 años.

Otra de las acusaciones es por corrupción de menores, ya que la acusación indica que las víctimas eran obligadas a ver videos y revistas pornográficas. Esta es la primera de tres causas que completan la de la monja Kosaka Kumiko, con prisión domiciliaria y acusada de haber participado en vejámenes y corrupción de menores hipoacúsicos en el instituto. En tanto hay una tercera causa que se espera llegue pronto a juicio, que involucra a la ex directora Graciela Pascual y la monja Asunción Martínez, por omisión.

 

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