El cumple “infeliz” de Vicuña Separado, triste y sin sus hijos

El actor chileno llegó a los 41 años en un momento particular de su vida. La China Suárez le dedicó un frío saludo

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No son días fáciles para Benjamín Vicuña, que, instalado en Chile, está preocupado por la salud de su padre, y triste por la separación de la China Suárez, madre de su hija Magnolia. Así llegó a los 41 años, celebrados ayer, y en el que feliz cumpleaños brilló por su ausencia.

Mucho se habló por estos días de Vicuña luego de que Suárez confirmara la separación. Si bien la joven dejó abierta la puerta a una reconciliación, al decir que entre los dos había mucho amor, ayer la protagonista de “ATAV” dejó de manifiesto que entre los dos hay mucha pero mucha mala onda.

“Feliz cumple, @benjavicunamori. Padre cariñoso, presente y paciente”, le dedicó Suárez, a Vicuña, junto a una foto de él con la beba de casi dos años. Los especialistas en leer lo que se dice, sin decir, en las redes sociales, destacaron la frialdad del mensaje, en el que la blonda se concentró sólo en la faceta del galán como padre y no en la persona con la que, hasta hace semanas nada más, se iba a casar.

En este contexto tan adverso, Vicuña sopló las velas ayer, contenido apenas por su familia chilena, y sin sus hijos, con los que se reunirá hoy. Desde su entorno dicen que el casamiento de Pampita lo golpeó fuerte. Incluso, hubo algunos que aseguraron que uno de los motivos de la separación habría sido un planteo del estilo “esto con Pampita no pasaba”, para marcarle a la China el desorden con el conviven.

Por eso es que quizás el chileno eligió romper el silencio con un posteo reflexivo: “Desayuno con mi madre y me cuenta una vez más cómo nací y a qué hora. Me cuenta que me debieron operar a las 3 semanas y que ella y sus amigas cuidaron de mí. Me habla de un niño tímido y mamón. Hoy cumplo 41 años en un Chile que despertó, como yo. Me ubico en ese relato de mi madre y me abrazo. Abrazo ese espíritu de Guerrero que me tiene de pie y que me invita a no temer el futuro. El niño sigue intacto, aprendiendo de la vida y buscando el camino. El niño libre que no le teme a la noche ni al viejo del saco. Ese soy yo, el mismo que hace 41 años entró en escena”.

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