Quiso tranquilizar a su víctima: “No soy violador, soy chorro nada más”

Pasó en una agencia de lotería. El ladrón se metió rompiendo un vidrio, cuando la empleada estaba por cerrar. Al verla nerviosa, le aclaró de antemano sus intenciones. Fue peor. La ola de delitos moviliza a varios barrios

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En medio de una situación generalizada que pareciera tener modalidades específicas para cada distrito de la Región, en una agencia de lotería de Los Hornos un delincuente asaltó y dejó en estado de shock a una joven empleada. Eso sí, según contó ella misma, antes que nada le avisó: “No soy violador, quedate tranquila que yo soy un chorro”.

La problemática golpea duro y parejo en todos lados. Con reclamos de tres barrios distintos, de la zonas oeste, norte y el casco urbano, la Ciudad amanece este miércoles con la realidad expuesta de una problemática esparcida: la inseguridad. Desde las 8 de la mañana, productores rurales y comerciantes del sector interrumpen el tránsito en diversas locaciones para “llamar la atención de las autoridades y ser escuchados”, tras los constantes embates delictivos que vienen padeciendo en los últimos meses.

En tanto, un grupo de vecinos de las calles 11 a 9 y de 66 a 72, presentaron una nota en la que detallaron “los robos a viviendas y los asaltos en la vía pública que suceden cada vez con mayor frecuencia, sin importar alarmas comunales o sistemas de seguridad como las cámaras”.

La situación pareciera tener modalidades de robo específicas para cada barrio

 

Quienes también llevarán a cabo un encuentro para tratar dos cuestiones que sufren casi en forma diaria, vandalismo y escruches, son los comerciantes de City Bell. “Nos vamos a juntar en Villa Elisa a las 21, para conversar sobre cómo para esta ola de ataques a los negocios”, indicó uno de los concurrentes.

Por otra parte, ya son 15 los clubes atracados en lo que va del año, y en algunos con más de un hecho en cada institución. En las últimas horas desconocidos dieron un golpe en el Club Tolosano, de 116 entre 528 bis y 529. Y, como publicó ayer este medio, en La Loma un frentista se resistió a una entradera y recibió una paliza como represalia, hasta que fue salvado por la alarma vecinal.

Ese incidente, aseguraron los frentistas, se suma a otros más que ocurrieron en el área semanas atrás, por lo que ahora analizan colocar más cámaras. Asimismo, van a elevar una nota al titular de la comisaría cuarta con la idea de “que se junte con todos nosotros y nos conozcamos”, manifestaron. En las páginas 16 y 17 se exponen éstos y otros casos. El de la agencia de la agencia de lotería de Los Hornos pasó el lunes último, en 60 entre 149 y 150.

“MÁS VALE QUE ME LLEVO TODO”

“Tendría entre 25 y 30 años”, reflexionó Yanina (27), aunque no llegó a ver el rostro del asaltante con claridad porque llevaba puesta una gorra con visera. Fue a las 20.30, en el horario de cierre, cuando la empleada acababa de guardar el bicicletero dentro del local. Tenía la persiana metálica bajada hasta la mitad, para poder ver al remise que la iba a pasar a buscar, y la puerta principal cerrada con llave.

En el medio del cierre de caja, un estruendo la hizo levantar la vista hacia la calle. Entonces vio emerger de los cristales rotos de la puerta el cuerpo inclinado de un desconocido, que poco a poco se irguió y encaró hacia el mostrador.

“Rompió el vidrio de una patada y se me vino encima, la verdad me dio un miedo terrible”, le contó Yanina a este diario. La segunda abertura, que da acceso a la parte posterior del negocio, se encontraba sin llave y eso facilitó la labor del ladrón. “Igual, si estaba cerrada la abría de otra patada”, confió la joven.

“Cuando se fue, quedé en estado de shock. Me pedía todo el tiempo que no lo mirara a la cara”

Yanina,
Empleada

 

En la mano derecha traía un cuchillo y acercándoselo la amenazó: “No me mires y dame toda la plata”. Paralizada por el miedo, Yanina le respondió “llevate todo” y él le contestó, con tono socarrón, “sí, más vale que me voy a llevar todo”. A pesar de esa actitud, al notar que su víctima estaba muy asustada quiso tranquilizarla con una frase que tuvo el efecto contrario. Le avisó “no soy violador, quedate tranquila que yo soy un chorro”.

Seguidamente guardó todo el efectivo que había en la registradora. Cuando se estaba por ir, “me manoteó el celular que justo lo tenía a la vista porque lo había puesto a cargar”. En total se llevó cerca de 15 mil pesos, la recaudación de esa jornada laboral. Luego la obligó a encerrarse en un cuarto del fondo y esperar “20 minutos” para salir. Sin perder tiempo, le volvió a exigir no mirarlo porque “te pego un tiro”. No obstante, algunos vecinos que habían oído el estallido de la hoja de vidrio le gritaron desde afuera que el sujeto ya no se hallaba en las inmediaciones. Con el celular de una de las personas que se acercaron a la escena, Yanina llamó al propietario y le refirió el episodio. “De los nervios, no recuerdo la ropa que tenía. Tampoco le pude ver mucho la cara”, confesó.

 

Alarma
Al igual que en muchos barrios de La Plata, en los alrededores de la agencia de lotería que asaltada en Los Hornos instalaron una alarma de vecinal.Sin embargo, por el miedo, la confusión y los nervios “no llegué a activarla”, explicó Yanina, la empleada que fue reducida a punta de cuchillo el lunes pasado.Las alarmas vecinales son un recurso cada vez más utilizado.
Antecedente
En el local aclararon que lo que les pasó el lunes en el horario de cierre no fue un caso aislado. “A la panadera de la esquina le pegaron un culatazo cuando la asaltaron”, recordó Yanina. Y no pasó por alto que “antes también robaban mucho en la verdulería que teníamos al lado”. Ya no: se mudaron.

 

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