En Cantilo, distrajeron a la dueña de una tienda y robaron dos pilas de mallas para chicos

El ilícito ocurrió en un local de 13 A y 472, City Bell. Donde una pareja simuló interés por comprar y se llevó ropa en exposición

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Los robos de mercadería a comercios, en momentos en que los dueños y vendedores se encuentran atendiendo u ocupados con otras tareas de su actividad, continúan en la lista de preocupaciones del sector, tanto por la recurrencia, como por el impacto económico de los golpes.

Por lo general, quienes ejecutan esas maniobras lo hacen en momentos en que los comercios, en su mayoría de diversas prendas de vestir, están a pleno.

La pareja de mecheros que se presentó hacia el final de la tarde del lunes en el local de ropa para bebés y niños “Petit Enola” -situado en 13 A entre 472 y Cantilo-, eligió actuar cuando apenas se encontraba la hija de la propietaria.

En la tarde de ayer, Miriam Anastasio, la dueña del local en cuestión, brindó a EL DIA los principales detalles sobre la visita de los “mecheros”.

Al respecto, informó que todo ocurrió “a las 6 y media de la tarde (del lunes), cuando al negocio lo atendía únicamente por mi hija”.

Según el relato de Anastasio, fue en esas circunstancias en que la joven vio ingresar al local a un hombre acompañado por una mujer. Según contaron en el negocio, aparentaban tener algo más de 40 años.

“Ni bien entraron, fueron hasta uno de los exhibidores de ropa para chicos y cuando mi hija les preguntó qué estaban buscando, le respondieron que estaban mirando”, mencionó Anastasio.

Según puede observarse en el video de las cámaras de seguridad de ese local, al que accedió este diario, en esos instantes la falsa clienta comenzó a sacar algunas perchas con prendas.

Enseguida, aparentaba hacer una consulta a su cómplice, como si estuvieran interesados en realizar una compra.

También llama la atención que el sujeto, en más de una ocasión, mira inquieto hacia la calle.

La propietaria de este comercio aludió después a que, en esos momentos, “una mujer se paró en la puerta y le preguntó a mi hija por una dirección”.

Y mientras la desconocida lograba que la encargada del negocio respondiera a su consulta, “el tipo que había entrado con una mujer, agarró dos pilas de mallas de varón y se las guardó debajo de su camisa holgada y fuera del pantalón que tenía puesta”, indicó la comerciante.

La mujer señaló, a su vez, que la pareja ladrona “estuvo muy pocos minutos acá”, aunque los suficientes para consumar su estrategia delictiva.

Luego, con disimulo, se despidieron. Y todavía están prófugos.

“Estamos así en City Bell, con robos permanentes en negocios del sector céntrico, especialmente en los dos últimos años”, reflexionó la dueña del comercio.

Anastasio citó que “hay quienes se hacen pasar por vendedores ambulantes, pero miran todo y después suelen darse los robos”.

 

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