Las fiestas, terreno fértil para intoxicaciones alimentarias
Edición Impresa | 26 de Diciembre de 2019 | 03:32

Ya sea porque se consumen productos que están fuera de nuestra dieta habitual, porque se preparan platos muy elaborados y con demasiada antelación o bien porque no se conservan correctamente sus sobras, los días cercanos a las Fiestas son terreno fértil para las intoxicaciones alimentarias. Y aunque en este momento no se registra en los hospitales de la Ciudad una cantidad de casos de gastroenteritis que esté más allá de lo esperable para el comienzo de verano, los médicos recomiendan no descuidarse, en especial si hay niños pequeños en la casa.
Caracterizado por vómitos y diarreas, este tipo de cuadros tiene su origen en microorganismos que suelen estar presentes en los alimentos y que encuentran en el verano condiciones especiales para desarrollarse. De ahí que los médicos enfatizan la importancia de extremar los cuidados en su manejo durante esta época del año.
Una de las medidas más importantes a tener en cuenta es “no preparar las comidas con demasiada anticipación; y, en caso de que no haya otra alternativa, asegurarse de conservarlas en la heladera hasta la hora de comer, ya que de esa forma evitamos que las bacterias se desarrollen con facilidad”, explican desde el Hospital de Niños Sor María Ludovica.
Entre los alimentos más vulnerables frente a la pérdida de la cadena de frío, señalan, se encuentran “los lácteos en general, y las cremas en particular, pero también las carnes, los mariscos, el arroz y las pastas cocinadas, y todos los platos que incluyan mayonesas y salsas”.
No menos importante es cuidar también la higiene de las frutas y verduras que vayan a ingerirse crudas. “La regla de oro para los chicos es darles las verduras cocidas y las frutas en compota, pero si las van a comer crudas hay que asegurarse de lavarlas muy bien con agua potable, y cuidar además la limpieza de manos”, recomiendan.
En esta época del año en que “suelen consumirse alimentos a los que no estamos acostumbrados y en gran cantidad”, resulta “imprescindible cuidar la cadena de frío de lo que vamos a consumir y utilizar productos confiables en el sentido de que sepamos que tuvieron una buena conservación”, señala la doctora Marita Marini, titular de la cátedra de Pediatría B de la Facultad de Medicina local.
La pediatra recomienda a su vez “lavarse muy bien las manos después de ir al baño y antes de preparar los alimentos, asegurarse que el agua que consumimos sea de buena calidad, evitar las bebidas muy azucaradas porque favorecen el desarrollo de cuadros gastroenterales y fomentar la lactancia materna en los niños con indicación”.
RIESGO DE DESHIDRATACIÓN
Si bien las gastroenteritis resultan en general cuadros benignos, es necesario prestarles mucha atención cuando afectan a niños pequeños y adultos mayores, ya que plantea en esos casos un riesgo considerable de deshidratación por la gran cantidad de líquidos que puede perder el organismo en el proceso.
Y es que los vómitos y la diarrea acuosa, síntomas que se manifiestan uno o dos días después de haber contraído el cuadro, pueden llegar a extenderse más de una semana provocando una peligrosa pérdida de líquidos.
Para evitar el riesgo de deshidratación, los médicos suelen indicarle a las mamás de lactantes que les ofrezcan el pecho con mayor frecuencia, y aquellas con niños pequeños, que les incrementen la oferta de líquido, siempre en pequeñas cantidades para evitar que los devuelvan apenas tragarlos.
Aun así, advierte la pediatra, “es necesario consultar rápidamente al médico si el chico tiene menos de un año, o bien si vomita de manera incontrolable, llora sin lágrimas, presenta diarrea con sangre o casi no hace pis”.
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