Se mantiene en silencio el menor acusado por el crimen de Leandro Ayala

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Con el asesinato de Leandro Ayala Wilchez (16) todavía resonando en la familia y en la comunidad del barrio El Carmen, se conoció ayer por la mañana que el único acusado por el crimen se negó a declarar ante la fiscal. Se trata de un adolescente de 16 años identificado como M.A.M. y oriundo de Barrio Aeropuerto, que se encuentra detenido temporalmente en una alcaldía por “homicidio simple”.

Como informó este diario, el joven fue aprehendido unas cuatro horas después del hecho, cuando personal de la comisaría tercera de Berisso se entrevistó con las personas que habían observado lo sucedido. A M.A.M. lo encontraron en la casa de un familiar y primero lo trasladaron a la dependencia.

En tanto, fuentes judiciales le refirieron a este diario que “el imputado no declaró el domingo por la tarde, cuando fue indagado en el Fuero Penal Juvenil por la fiscal Ana Rubio” (UFIJ Nº 4), aunque no descartan que podría hacerlo en los días venideros.

Quienes sí brindaron su testimonio fueron los amigos de la víctima y testigos que presenciaron el violento episodio que culminó con la muerte de Ayala Wilchez.

En base a esas declaraciones pudieron reconstruir parte de lo que ocurrió el domingo por la madrugada en 128 entre 35 y 36. Por otra parte, se informó que la fecha de la audiencia por la prisión preventiva quedó fijada para el próximo jueves 2 de enero.

UNA “BRONCA DE VIEJA DATA”

Leandro y su asesino se conocían de otros encuentros. Por motivos que se desconocen, ambos chicos se trenzaron en breves riñas que no pasaron de los insultos y empujones.

El domingo algo cambió. Se citaron a pelear “mano a mano” a media cuadra del lugar donde estaban, una fiesta privada. Según contó Emanuel, un vecino de la zona, es normal que se hagan veladas hasta altas horas de la madrugada. “Pero nunca había pasado nada. Menos, de esta magnitud”, explicó.

Ambos contendientes se enfrentaron cara a cara en la calle. Eran las cuatro de la mañana y el griterío despertó a los frentistas que dormían en sus casas. Con Leandro se encontraba su amigo Matías, pero M.A.M. presuntamente estaba solo. Sin preámbulos -de acuerdo a lo que relataron los testigos-, éste sacó un cuchillo tipo “faca” y le asestó una puñalada en el tórax, debajo de la axila.

Herido de muerte, Wilchez Ayala cayó en los brazos de Matías, que apenas vio el arma blanca intentó interponerse. El homicida escapó de la escena a la carrera y en la esquina de 128 y 35 se generó el caos. Un vecino llamó a la Policía, pero no pudo comunicarse. Entonces, mientras algunos atendían a la víctima, otros fueron hasta la comisaría a buscar ayuda. Poco después se hizo presente un móvil que cargó el cuerpo sangrante del adolescente para trasladarlo al hospital Larrain. En 122 entre 80 y 81 se toparon con la ambulancia del SAME que se dirigía hacia el lugar de los hechos. Traspasaron el cuerpo del chico al vehículo de asistencia médica, pero ya era muy tarde. El corte había sido mortal y la pérdida de sangre importante. Ese mismo día su familia se reunió en la casilla de 127 entre 30 y 31, donde Leandro vivía con sus seis hermanos, su mamá y la pareja de ésta.

Mirta Andrada, la abuela del fallecido, le dijo a EL DIA que él era “la luz de mis ojos, mi primer nieto” y que “no andaba en nada raro”. Le gustaba la música y estaba en pleno proceso de grabación de un disco de rap.

Su tío Alejandro lo despidió con un emotivo mensaje: “Cómo tener fuerzas en este momento tan triste, cómo sostener a alguien si no me puedo sostener yo. Tenías tanto futuro, tantas ganas de vivir”.

 

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