El desafío que el presidente saliente no pudo cumplir

“Si cuando termino mi presidencia no bajé la pobreza, habré fracasado”, dijo el presidente Mauricio Macri en julio de 2016 siete meses después de asumir el cargo.

Dos meses más tarde, el 28 de septiembre de 2016, Macri dio una conferencia de prensa junto a la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, minutos después de que el nuevo Indec, a cargo de Jorge Todesca, difundiera los datos de pobreza que llevaban dos años y medio sin publicarse. En abril de 2014 el entonces ministro de Economía Axel Kicillof había ordenado dejar de publicar los indicadores de pobreza.

Esos datos de la Encuesta Permanente de Hogares determinó que en Argentina había un 32,2 por ceinto. En total, había 8,7 millones de personas que residían en 31 aglomerados urbanos que eran pobres. Los indigentes sumaban 1,7 millones de habitantes.

La conferencia fue en la Quinta de Olivos, y cuando Macri subió al atril y tomó el micrófono, ratificó el concepto que había deslizado dos meses antes. “Hoy sabemos cuál es la realidad. Este punto de partida es sobre el cual acepto ser evaluado como presidente: por si pudimos reducir la pobreza en este gobierno”.

Y agregó: “estamos trabajando todos los días para ir a pobreza cero”, indicó el mandatario, aunque reconoció que ese objetivo “no puede alcanzarse en cuatro años”.