“Te levantás y te reviento a tiros”: otro brutal asalto en el casco urbano platense

“La verdad, no tengo ganas de nada”, le dijo con resignación a EL DIA Sergio Supera (67), el dueño de una farmacia de 10 y 72, tras padecer un violento asalto ayer por la mañana.

Luego de pedir disculpas por “no querer hablar”, el comerciante fue encontrando su tiempo para expresar en palabras la pesadilla de la que había sido protagonista involuntario algunas horas antes.

Algunos minutos previos a escuchar ese testimonio, un vecino definió ante este diario el estado de Supera en una frase: “Lo vi quebrado”.

En la voz, pausada y dubitativa, todavía se escucha el miedo de los cruentos minutos vividos a manos de los dos delincuentes, que se presentaron cerca de las 10 en el negocio y tocaron timbre, “como lo hace cualquier cliente”.

Supera caminó hacia la puerta y, en el instante en el que la estaba abriendo, observó que los individuos (“dos tipos jóvenes, con mucha fuerza”, detallaría ) portaban sendas armas de fuego.

Intentó entonces cerrar la abertura, pero ya era tarde: de una patada lo tiraron hacia atrás y se metieron en el interior del local. Uno lo tomó por el cuello y lo arrastró por el piso varios metros, insultándolo de “todas las maneras posibles” durante el trayecto, aseguró el damnificado.

“Matalo, matalo”, le gritaba su cómplice, mientras el otro le apuntaba con el revólver en la cabeza.

Por ese frenesí que demostraron los ladrones desde el inicio del asalto, al farmacéutico le costó entender que estaba en una situación de violencia inusitada. Y enseguida se lo hicieron comprender.

Cuando intentó reincorporarse, para al menos indicarles donde estaban los objetos de valor y que se marcharan, uno de ellos lo golpeó sin miramientos. “Te levantás y te reviento ahora, hijo de puta”, le espetó después.

Con la situación “controlada”, se dirigieron hacia la caja registradora y la vaciaron por completo. Siguieron por las drogas (según el relato de la víctima eligieron psicotrópicos), anteojos de sol y el celular de Supera, quien desde el suelo los miraba sin poder dar crédito al suceso.

Satisfechos con todo lo robado, encerraron al hombre en el baño y huyeron de la escena sin dejar rastros.

“ES CHOCARTE CON LA REALIDAD”

Inmaculada, la esposa de Supera, reveló que su marido estuvo por lo menos 10 minutos confinado en el servicio, hasta que “empezó a gritar por la ventana y lo escucharon los vecinos de un edificio de al lado”.

La mujer sostuvo además que “él usó el botón anti robo, pero la Policía tardó varios minutos en llegar”.

Cuando por fin fue rescatado, Supera, que es diabético, se encontraba “en estado de shock” y “así se fue a radicar la denuncia a la comisaría”, añadió Inmaculada. Asimismo, señaló que “en estos días también robaron en el taller de enfrente”.

Por su parte, Supera remarcó que “es tremendo lo que está pasando en la Provincia”, al tiempo que apuntó que “desde que estamos en esta farmacia (antes tenían el negocio en la cuadra opuesta), hace unos seis años, nos robaron por lo menos siete veces”.

Para el comerciante, lo que le pasó fue “como chocarte con la realidad”.

“Me insultaron todo el tiempo mientras me pegaban. Es una violencia a la que no estamos acostumbrados, pero lamentablemente a la que nos estamos acostumbrando de a poco”, lamentó.

En ese sentido, resaltó que “esta zona es peligrosísima, todas las semanas pasa algo y no vemos mucha policía”.

Por eso, pidió, “necesitamos que las autoridades se empiecen a mover un poco”.