Asesinaron a otras dos mujeres, una estaba embarazada y tratan de salvar a la beba

Los 28 femicidios cometidos en el país en lo que va de 2019 (cifras aportadas por el Observatorio de Femicidios), ponen de manifiesto la necesidad imperiosa de buscar soluciones concretas a los constantes episodios de violencia de género que parecen no retroceder.

Durante el fin de semana, dos nuevos casos se sumaron a la aciaga lista, uno ocurrido en Zárate, provincia de Buenos Aires, y el restante en Concordia, Entre Ríos.

Respecto al primer hecho, se informó que la fiscal Andrea Palacios pidió la detención de Jonathan Hernán Genovese (25), quien permanece aprehendido e imputado del “homicidio agravado en contexto de violencia de género” de Camila Belén Camino (20).

Fuentes judiciales revelaron que la funcionaria pública basó su requerimiento en varios elementos de prueba reunidos en el expediente desde que Camino fue encontrada muerta el sábado por la mañana. Según los pesquisas, Genevose pasó unas tres horas sin aparecer desde el momento del hallazgo del cadáver de su novia hasta que se presentó en la comisaría Primera de Zárate y dijo a los policías haber escuchado una detonación de arma de fuego.

“Familiares de la víctima relataron que sufría violencia de género pero que no lo denunciaba porque estaba amenazada”, explicó un vocero encargado de la investigación.

Al respecto, una hermana de Camila contó que la joven convivía desde hacía ochos meses con Genevose y hacía alrededor de un año que eran novios. En tanto, otra vecina relató que tuvo que mudarse por las peleas y agresiones de la pareja, dijeron los informantes. La Policía encontró a la mujer “de cúbito dorsal sobre la cinta asfáltica, con una herida de arma de fuego a la altura de la sien derecha y un revólver calibre .38, sin marca ni numeración visible, a la altura de los tobillos”. La joven vivía a 50 metros de la escena.

La autopsia determinó que el disparo fue a corta distancia y la víctima presentaba golpes de antigua data, añadieron los voceros.

En tanto, Jésica Riquelme (26), embarazada de siete meses, fue asesinada de un golpe en la cabeza, mientras que su bebé nació mediante una cesárea. Por el femicidio detuvieron a su pareja, que tenía una restricción de acercamiento a la víctima.

De acuerdo a lo referido por un portavoz del Hospital Masvernat, la bebé permanecía internada en grave estado. Jesús Sánchez (38), pareja de Riquelme, fue quien la trasladó de urgencia al Hospital Justo José de Urquiza de Federal, acompañado de un vecino. La mujer murió minutos después de ingresar, a raíz de un fuerte golpe en la cabeza, e inmediatamente los médicos le practicaron una cesárea para salvar la vida de su hija.

Según las fuentes, Sánchez dijo en un primer momento que su pareja se había caído sola. Debido a que sobre él pesaba una orden de restricción por una denuncia de violencia de género, los efectivos de la comisaría de Federal lo aprehendieron como principal sospechoso de haber cometido el femicidio.

Además, la Policía realizó un allanamiento en la vivienda del hombre, donde secuestraron un martillo que podría haber sido el utilizado en el crimen. En ese sentido, y de acuerdo al médicos legista, Jésica, quien tenía otros dos hijos de tres y cinco años con Sánchez, presentaba un fuerte golpe a la altura de la frente.

La causa quedó a cargo de la fiscal de Federal Eugenia Molina, quien en las próximas horas indagará al sospechoso detenido. Por su parte, Mariana Broggi, coordinadora del Consejo de Prevención y Diseño de Políticas Públicas contra las Violencias, indicó que se aguardaba “por el estado de salud de la beba y el destino del padre” para “ubicar a los tres hijos de la pareja en una institución”.