Comienza el desafío en Medicina para recibir a unos 4.000 alumnos en el curso de ingreso

Los inscriptos crecieron en un 30 por ciento con respecto al año anterior y se vienen clases masivas en unas 120 comisiones. Es la cuarta edición de multitudinarias cursadas en esa facultad, desde que se implemento la admisibilidad irrestricta

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Terminaron las palabras y hoy empieza a reflejarse la impactante realidad que plantea un curso de ingreso a la facultad de Medicina de la UNLP con unos 4.000 estudiantes, divididos en 120 comisiones, y en el que tendrán que aplicar la mayor logística posible para atender la demanda creciente del 30 por ciento con respecto a quienes realizaron un curso similar el año pasado, en el que tuvieron que hacer colas desde la madrugada para conseguir un lugar en el aula que le tocara cursar.

En enero se realizó una actividad no presencial que implica la elaboración de una “Guía de observación”, que el estudiante debió realizar en el lugar en el que estaba.

Desde hoy comienza -como en la mayoría de las facultades de la UNLP-la actividad presencial. Consta de ocho clases (dos por semana de dos horas de duración).

Está previsto que tenga dos tandas: una a la mañana y otra a la tarde y según la demanda que se presente se habilitará la banda horaria tarde-noche.

Todas las actividades tendrán lugar en la sede de la facultad, en 60 y 120. Para aprobar el curso resulta necesario cumplir con el 80 % de las actividades presenciales y aprobar los trabajos prácticos realizados en clase.

Según las autoridades de la facultad, se pondrá en marcha “un cambio de paradigma, lo cual lleva mucho tiempo. Queremos formar médicos generalistas, que prioricen la atención primaria de la salud. Por ello es que vamos a salir de tanta Física, Matemática y Química en el ingreso, para que los jóvenes conozcan de entrada cómo son los lugares donde van a trabajar toda su vida, cómo es la gente que van a atender”.

La experiencia del año pasado, que tuvo un 30 por ciento menos de ingresantes (unos 3.200 jóvenes), obligaron a los estudiantes a realizar cola desde las dos o tres de la madrugada ante la sede académica de 7 y 63, donde se dictó entonces el curso de ingreso, para entrar a un salón con capacidad para 350 alumnos.

Hay cambios con respecto a ese panorama. El curso este año se realizará en la sede de la facultad y no en 7 y 63. Y además, durante 2018 asumió otra línea en la unidad académica. En 2018 estaba Hoja de Roble, enfrentada a las autoridades del Rectorado, lo que se tradujo en una fuerte polémica ni bien arrancó el curso de ingreso en Medicina.

En el transcurso de 2018 Hoja de Roble perdió la elección y las nuevas autoridades encabezadas por Juan Basualdo indicaron ante este panorama que “no es un capricho nuestro ni de nadie, es una ley nacional y hay que cumplirla”.

También se indicó en la facultad que en julio comenzaron a elaborar las estrategias de un curso de introducción a la vida universitaria, que incluye un esquema de acompañamiento (tutorías) a los ingresantes, desde febrero hasta agosto inclusive. “Tomamos, como la etapa de ingreso, a todo el primer año. El paso a la Universidad no se da en un mes. Es un proceso”, indican. Desde esta semana comenzará a plasmarse cómo se desarrollarán las actividades.

CAMBIOs

Hasta abril de 2018 y durante más de 25 años la facultad de Medicina tuvo a Hoja de Roble al frente de la unidad académica. El ingreso restricto levantó numerosas polémicas. En el último tramo, se modificó el ingreso restricto y comenzó la etapa del ingreso libre. A mediados del año pasado cambió la conducción de la unidad académica, encabezada por Juan Basualdo y este será el primer año al frente de la masiva modalidad.

Este año los 4.000 alumnos ingresantes a Medicina estarán divididos en 120 comisiones

 

Para ser más precisos: en 1992 se implementó el ingreso eliminatorio. En 2010 se puso en marcha el curso eliminatorio anual. En 2016 entró en vigencia el ingreso irrestricto.

La evolución de los inscriptos e ingresantes fue modificándose exponencialmente. Por ejemplo, en 2011 hubo 1.1393 inscriptos e ingresaron 279 estudiantes. En 2015 hubo 1.900 inscriptos y 314 ingresantes. Ya en 2016 hubo 2.678 inscriptos e ingresantes; en 2017, 2763 anotados e ingresantes: en 2018 saltó esa cifra a 3.005 y este año a 3.949 inscriptos e ingresantes.

Más datos y fechas: desde 1992, como se dijo, se implementó el ingreso eliminatorio. Después de largas batallas judiciales, el desenlace se dio en la Corte Suprema de Justicia en 2008 y fue favorable a la facultad. Es que la Ley de Educación Superior sancionada en 1994 tenía un artículo que dejaba en manos de cada unidad académica la estrategia de ingreso y la política de admisión en aquellas universidades con más de 50.000 alumnos.

Sin embargo, a fines del 2015, el Congreso nacional modificó la ley de educación en ese punto y estableció el ingreso irrestricto, que comenzó a aplicarse en 2016.

SE VIENE UNA MULTITUD

Más allá de los cambios, del ingreso irrestricto y de las modificaciones que pueden imponerse este año tras el cambio de autoridades, en las próximas horas se tendrá que revelar cómo enfrenta la unidad académica semejante batalla.

Medicina encabezó las preferencias para quienes se anotaron a fines de 2018 con miras al ciclo académico 2019. En el podio de las preferencias, creció un tercio con respecto al año anterior, cuando ya se hizo más que dificultoso cursar, aprender e ingresar a la vida universitaria con semejante cantidad de alumnos repartidos en más de 100 comisiones.

Los inscriptos recibieron un cuadernillo que ya deben tenerlo rellenado para empezar el curso introductorio. Deben hacer una serie de entrevistas en sus ciudades y pueblos a los actores del sistema de salud pública”, explicaron en la casa de altos estudio. Esta semana, en la facultad, recibirán otro cuadernillo con información sobre cada cátedra de 1º año. Asimismo, se les pidió a los profesores que preparen charlas de bienvenida explicando en qué consiste cada asignatura, formas de cursada, de promoción, con todos los detalles posibles.

A su vez, se ha capacitado durante dos meses y medio a estudiantes de 3º a 5º año, que se acercaron voluntariamente, para que se conviertan en acompañantes de grupos de ingresantes. Se seleccionó a 85 alumnos avanzados en la carrera, que trabajarán con los ingresantes que serán distribuidos en unas 120 comisiones. La idea es que los acompañen en la parte académica y también personal, indicaron. “A quienes vienen del interior a los 17 años, por caso, se les hace complicado iniciar el camino de una carrera universitaria y sobrellevar el desarraigo”, resaltan en la unidad académica de 60 y 120.

El decano de Medicina, Juan Basualdo considera que “nosotros vamos a formar médicos generalistas, no médicos anatomistas. Necesitamos correr el centro hacia la persona viva, en movimiento”.

 

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