El papa Francisco y la política

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Rubén Marchioni (*)

En ocasión de un nuevo aniversario del papa Francisco como “Roca” de la Iglesia Católica, quisiera realizar una breve reflexión sobre uno de los tantos temas que abordó en su vasto magisterio: la política. Francisco le ha asignado un papel preponderante dentro de sus escritos a la relación entre el cristiano y esa noble actividad.

El Sumo Pontífice, al definir “La política es vocación de servicio, diaconía laical que promueve la amistad social para la generación del bien común” nos hace reflexionar sobre el accionar de todo bautizado en el ejercicio de la política, en especial en el contexto de nuestro propio país.

Aristóteles afirmaba que la amistad civil estaba basada en el interés de los ciudadanos por mantener condiciones justas y armónicas dentro de la polis, de modo tal que cada uno pudiera alcanzar sus fines propios. La aparición del Cristianismo en la historia de la humanidad fomenta una ciudadanía más elevada aun que la propuesta por los griegos. Jesucristo llama a sus discípulos a ser levadura, sal, luz. Los llama a encarnar los valores del Evangelio en la vida del aquí y ahora. De tal manera que la amistad política solo se alcanza cuando se defiende el valor de la vida, de la dignidad humana y de la familia, como contexto humanizador.

En esta convicción, que impone como una de las finalidades primordiales de la actividad política, a la promoción de la amistad entre los ciudadanos como ámbito imprescindible para lograr su realización, cabe aquí la pregunta: ¿Es posible que los ciudadanos alcancen tan elevada finalidad para que ello no se convierta en una empresa utópica, colmada de esperanza, pero imposible de alcanzar en el mundo presente?

Dios nos llama, por medio de su Vicario, Francisco, a despojarnos de la “auto referencialidad”. El horizonte del proyecto del Reino de Dios no está en mirarnos a nosotros mismos como la meta de nuestro apostolado. La Iglesia debe primero “salir al encuentro de nuestros hermanos” y así “entrar” en su vida y amparar a los que sufren, luchan y trabajan en este mundo donde Dios quiere construir una convivencia más humana, justa y solidaria.

Recemos por Francisco. Que en este nuevo aniversario de su Pontificado, el Señor lo siga iluminando con su Gracia recreadora, para que pueda así continuar guiando a su pueblo con el ejemplo de su amor y humildad.

(*) Párroco de Cristo Rey

 

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