Un vasodilatador, de la angina de pecho a la explosión de placer

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Según la Fundación Argentina del Tórax, “el Popper, es un preparado constituido fundamentalmente por sustancias conocidas como alquilnitritos (amilo, butilo, isopropilo, etc.) que se usaban en Europa desde el siglo XIX como vasodilatadores para tratar la angina de pecho”.

La Fundación describe que la droga debe su nombre a “popped”- estallido- dado que se distribuye en ampollas o frasquitos cuyo contenido tiene que inhalarse tan pronto como se los abre. También se la conoce como “droga de los cinco segundos” o “droga del amor”, banana, rush o snappers.

Según indica la organización en un artículo alojado en su portal web, junto a un listado de descripciones de drogas ilícitas, “el uso recreativo se inició en los años ´60, en particular entre los hombres homosexuales quienes las usaban con el objetivo de aumentar el placer sexual. Pero a fines de la década su uso se extendió también a la comunidad heterosexual para alcanzar un estado de desinhibición y euforia”.

Sus efectos adversos inmediatos son dolor de cabeza, mareos y vómitos; enrojecimiento de la cara y el cuello, dilatación de la pupila con dificultad visual, disminución de la presión arterial con taquicardia. Se describen alucinaciones. Puede haber infarto y muerte por sobredosis o inhalación muy rápida.

Su uso prolongado se asocia con trastornos del ritmo cardiaco, daño hepático y renal, daño neurológico. En personas con hipotensión puede causar síncope con riesgo de muerte. Usado en combinación con otros vasodilatadores (nifedipina, sildenafil) aumenta considerablemente el riesgo de muerte.

También existe una relación entre el uso de y las enfermedades de transmisión sexual, atribuible a que la euforia y desinhibición induce a tener relaciones sexuales más prolongadas e intensas y sin protección.

En distintas partes del mundo se venden en las tiendas de productos sexuales y por Internet como “limpiadores de cabeza de video” o “limpiadores del cuero.”

 

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