Manzanares y “los bolsos” que llegaban al Sur

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Las tres declaraciones como imputado colaborador de Víctor Manzanares, el ex contador del matrimonio Kirchner, sumaron datos relativos a sitios donde se guardaba dinero, escribanías, bancos y empresas que habrían participado de maniobras de lavado de dinero, lo que derivará en nuevos pedidos de prueba por parte de la fiscalía del caso cuadernos de las coimas en la obra pública.

El ex contador declaró tres veces ante el fiscal federal Carlos Stornelli en los tribunales federales de Retiro, el 5, 7 y 19 de febrero último.

En sus declaraciones sostuvo que:

-”Cuando yo caigo detenido, yo no había confeccionado las DDJJ de impuesto a las ganancias de Cristina, Máximo y Florencia. Esa es una de las razones de abandono de Cristina y su familia hacia mí”.

- “Cuando murió Daniel Muñoz, Cristina me dijo ´menos mal que se murió´, en un sentido de que parte de los secretos de Néstor y Muñoz están resguardados. Hoy, estoy poniéndole luz a esos recuerdos. Este comentario fue en la casa de calle Mascarello, en Río Gallegos”.

-”No tuve oportunidad de constatar el origen de los fondos que manejaba Muñoz hasta tanto no se dio la experiencia vivida de ir a buscarlo al aeropuerto de Rio Gallegos, sabia yo a qué concurría y por ellos ingresaba a la pista de aterriza del aeropuerto con el automotor de mi propiedad que tenia a esa fecha que era una VW Passat 2.0 que se caracteriza por tener un baúl muy amplio. Ingresado a la pista estacionaba mi auto junto al Tango 01, cuyo piloto era Sergio Velázquez”,

- “Esperando que Muñoz bajase. En algunas otras oportunidades Muñoz aterrizaba en un hangar a doscientos metros de la pista principal con un avión privado. Una vez aterrizado me acercaban de la bodega del avión o desde arriba de la cabina dos valijas grandes que se colocaban en el baúl de mi auto al cual subía Muñoz. Iniciábamos un trayecto desde el aeropuerto hasta la casa donde vivía la madre del Dr. Kirchner en la calle 25 de mayo. Llegados a la puerta del domicilio, yo detenía la marcha, Muñoz bajaba, descargaba las valijas donde presumo que había dinero e ingresaba a este domicilio. Algunas veces le era abierta la puerta por alguien de su interior, y otras veces Muñoz poseía las llaves”

-En otra ocasión Muñoz “me pidió encontrarnos. Cuando llego a ese lugar, él estaba ya estacionado con Roberto Sosa, quien también había sido secretario de Kirchner. Me pide si le puedo guardar por unos días unos bolsos y mochilas, por razones de seguridad. Según me refiere en el lugar donde estaban guardados esos bolsos alguien había ingresado a robar y por ese motivo me pide que los guarde en un lugar seguro. Empezamos a traspasar los bolsos y mochilas a mi camioneta. Eran aproximadamente entre unos 15 y 20 bolsos y mochilas”.

-”Yo ingenuamente le pregunto qué es, aunque suponía de que se trataba, y él me responde ´plata, Polo… qué va a ser?´

 

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