Todo el día online

Edición Impresa

Para algunos es muy tierno ver a un niño de tres años ir pasando las pantallas del celular con su dedito con total naturalidad, mientras para otros es más bien atemorizante. ¿Dónde establecer el límite? ¿Cuál es la mejor manera de regular el uso de estos teléfonos en la familia? Algunos consejos.

1.- Volver conscientes a los niños del tiempo de uso del dispositivo: los mismos padres saben cómo es cuando se quieren ver rápido las nuevas fotos de Instagram o los últimos posts de Facebook. De repente, sin que uno se de cuenta, pasó una hora. Dado que los niños están permanentemente online cuando tienen un celular, vale la pena este experimento: medir el tiempo que necesitan los niños para estudiar. Una vez con el teléfono móvil y otra sin el él. Sin celular la cosa seguramente irá más rápido. Dado que los chicos no quieren pasar voluntariamente más tiempo estudiando, los padres tienen así un buen argumento a mano: este dispositivo puede devorar gran parte del tiempo libre.

2.- Apagar las notificaciones: los padres pueden meditar junto a los niños sobre qué notificaciones desactivar en los dispositivos. También ayuda que estas no se vean en la pantalla de inicio. Cada “ping” llama la atención y genera expectación. Esto hace que el cerebro se acostumbre y luego busque estímulos.

3.- Evitar prohibir el uso del celular: prohibir estos dispositivos resulta tentador, pero debería ser la última solución. Sacarles el teléfono simplemente transmite a los niños: “Yo tengo el poder y vos no”. Esto no alienta a un intercambio constructivo. Lo mejor es convenir horarios en los que la familia debería dejar a un lado los celulares, por ejemplo a la hora de comer, al irse a la cama o en un día del fin de semana establecido de antemano. Si estas reglas no se cumplen, se puede evaluar quitarles el teléfono por un día.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE