Un puente entre Argentina y China
Edición Impresa | 3 de Marzo de 2019 | 07:52

Por MARÍA LAURA LÓPEZ SILVA
-¿Por qué te fuiste, a dónde y hace cuánto?
-Luego de finalizar mi carrera de abogacía comencé a estudiar un curso de post grado en el banco chino ICBC sobre comercio internacional y marketing. Durante las clases los profesores siempre mencionaban la importancia e influencia de los mercados asiáticos en Argentina y me empezó a surgir un gran interés por el aprendizaje del idioma chino y la posibilidad de desarrollarlo como herramienta para en el día de mañana ser un lazo entre Argentina y el mundo oriental. Varios condimentos hacían de este escenario un proyecto o sueño perfecto para mi paladar. La combinación entre un gran desafío, sueños de viaje, estar inmerso en una nueva cultura, aprender un nuevo idioma, una nueva perspectiva. Ni bien empecé a estudiar chino tuve el objetivo de conseguir de alguna u otra forma, poder irme a continuar el aprendizaje en un país donde se hable el mandarín. Así empezo esta ventura que me trajo a Taiwán, que ya lleva un año y medio y que aún me quedan al menos 2 años más en este lugar que es simplemente espectacular. Cuando me fui de Argentina lleno de sueños y expectativas, nunca supe que un lugar podía llegar a sorprenderme tanto, y para bien. Taiwán es simplemente increible. Una sociedad amigable, culta, respetuosa de sus tradiciones, de sus ancestros, de la familia. Con paisajes únicos. Montañas, cataratas, termas, pueblos aborígenes, festivales locales y por sobre todo una paz que nunca la viví en otra parte del mundo. Desde todo punto de vista, un país desarrollado con mucho por descubrir, visitar y aprender.
-¿Con quién vivís?
-Ni bien llegué a Taiwán compartí alojamiento con un estudiante de India y luego me mudé con dos amigos, de Alemania y Eslovenia. Hace dos meses volví a cambiar de vivienda, estoy en Taipéi, y estoy viviendo solo. Ahora me encuentro en la búsqueda de un nuevo apartamento ya que me mudaré con un amigo taiwanés.
-¿A qué te dedicabas en La Plata y a qué te dedicás en donde vivís ahora?
-Ahora me encuentro estudiando un Máster en Leyes internacionales de Negocios, y estoy próximo a empezar una pasantía de trabajo que me provee el mismo plan del máster, en una firma internacional de abogados, en Taipéi.
-¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de la ciudad donde vivís?
-Lo que más me gusta de la ciudad en la que vivo es la gente. Los taiwaneses son personas adorables, que en todo momento buscan ayudarte, mostrarte su cultura, saber cómo estás. En Taipéi nunca te podes aburrir. Tenés opciones de todo tipo, eventos, parques, museos. Es un lugar que combina lo moderno con lo tradicional y que tiene incluso muchas opciones para visitar el fin de semana en las afueras de la ciudad, como hermosos caminos en la montaña, playas, cascadas y termas naturales. Al mes de llegar a Taiwán me compré una scooter y el fin de semana que tengo libre lo aprovecho para ir a explorar nuevos lugares. No tengo nada negativo que decir de esta ciudad.
-El mejor recuerdo de La Plata
-¡Muchos! Sin duda las tardes en familia. Charlas diarias con mis padres, mi tía, hermanos. Mis viejos estando en cada detalle, cada abrazo de ellos o paseos juntos. Estar en contacto diario con mis hermanos. Pasar tiempo juntos en el parque de casa simlemente tomando mate y disfrutando juntos. Amigos. Estar en contacto con ellos en el día a día y tener esa conexión única que tenemos en Argentina. Recuerdos de ir a la cancha todo los fines de semana a ver al Pincha con familia y amigos. Estar alejado me hace valorar más la Argentina, lo hermoso de nuestro país y la calidad de nuestras relaciones afectivas.
-¿Algo que no extrañes de La Plata?
-Lo único que no extraño es sin dudas la inseguridad. Lo demás, lo extraño todo.
-¿Te llevaste algo de recuerdo cuando te fuiste?
-Imagenes o recuerdos en Argentina, con familia y amigos que me ayudan a darle sentido a mis sueños. Pero solo guardados en mi cabeza. No tengo mucho apego por lo material realmente.
-¿Volverías? ¿Por qué?
-Sin dudas volvería. Porque tenemos un país maravilloso y único. Lo que sucede en Argentina, con lo bueno y lo malo, no se vive en ningún otro lado. Pero más que nada volvería por mi familia y mis amigos, y porque como dije anteriormente, poder ser un lazo entre Argentina y Asia sería mi sueño. Tengo una gran pasión por mi país, que se incrementa más viviendo afuera. Me mantengo informado de todo y tengo la convicción de poder brindar desde mi lugar, con conocimientos académicos que en estos años pude adquirir, algo bueno a mi país y a Taiwán. Me encantaría volver para compartir nuevamente el día a día con mis seres queridos y poder involucrarme en algún lugar en el que pueda aportar algo valioso.
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