Renovados desafíos para la Federación de Instituciones

Edición Impresa

Una de las entidades de mayor inserción social en nuestra ciudad, la Federación de Instituciones platense cumple en estas jornadas su 80º aniversario, plena de vitalidad y al servicio de la cultura, el deporte y el bien común de los vecinos platenses. Con 350 clubes, bibliotecas y centros barriales afiliadas a ella, la Federación ha sido uno de los principales referentes de la vida de la Ciudad.

Tal como se reseñó en estos días, fue fundada en La Plata el 27 de marzo de 1939 y desde esa fecha vino interesándose y bregando en beneficio de la comunidad platense, ejerciendo sobre las diversas instituciones una tutela beneficiosa e irradiando hacia ellas el apoyo que cada una fue necesitando, en especial cuando las circunstancias se volvieron críticas para la subsistencia de estas entidades locales.

Con un estatuto originario que establecía los principales objetivos comunitarios que la guiarían, en los últimos años agregó a esa carta una nueva y valiosa cláusula: “ Canalizar los esfuerzos de la comunidad tendientes a garantizar el ejercicio del derecho a la información, fomentar la lectura y demás técnicas aptas para la investigación, la consulta y la recreación y promover la creación y difusión de la cultura y la educación permanente del pueblo”.

Una sucesión de camadas de dirigentes que coincidieron en sus luchas e ideales a favor de la comunidad, enorgullece a la historia de la Federación. Entre todos establecieron los ejes centrales de la Federación, que se integran con las entidades de bien público a las que representa, así como con la Región misma, manteniendo vinculaciones con el sector estatal –sin perder por ello sus rasgos autonómicos- y con el educativo y privado, esencialmente a través de los convenios que vino celebrando con la Universidad Nacional de La Plata, colegios profesionales y otras instituciones de bien público.

La promoción de aprendizajes de oficio, de actividades deportivas no profesionales y recreativas, el impulso de encuentros culturales, la organización de torneos y competencias entre entidades, la realización de distintos tipos de cursos de formación y perfeccionamiento, el apoyo a las actividades culturales, científicas y sociales, entre muchas otras finalidades de tipo asociativo, recreativo o educativo, formaron parte de los objetivos de esta institución rectora.

Muchos clubes y entidades vecinales adheridos a ella actuaron desde siempre como ejes para el desarrollo de la vida comunitaria. Y no lo fueron sólo por su perfil deportivo o social, sino también cultural. Las bibliotecas barriales y los talleres de enseñanza de diferentes oficios tuvieron, en ese sentido, una enorme importancia para la historia de la ciudad. De allí que esta celebración signifique, por lo pronto, una recuperación y exaltación de los valores que siempre deben brillar, sin permitir que alguna vez se eclipsen.

La Federación fue, asimismo, la entidad que lideró también las muestras de solidaridad tan propias de nuestra ciudad y de la región entera. Tanto ella como las entidades que la conforman supieron mantener la savia que las hizo crecer. Es de esperar, entonces, que la tarea emprendida se proyecte hacia un mejor futuro , sin que ninguna de la instituciones desmaye en el renovado desafío de enriquecer a la sociedad que aguarda mucho de ellas, tal como vino ocurriendo en estas ocho décadas tan valiosas de la Federación.

 

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE