Un futuro complejo, que se explica por la poca cosecha obtenida fuera del Bosque
Edición Impresa | 31 de Marzo de 2019 | 04:38

“Nosotros empezamos hoy el torneo que viene”, manifestó Darío Ortiz tras el empate con gusto a poco frente a San Lorenzo. Y es algo que resulta real y preciso. Gimnasia debe sumar, algo conocido por todos. Sin embargo, el principal déficit del conjunto Mens Sana aparece cada vez que se aleja de 60 y 118.
El Lobo aparece en 24ta ubicación si uno realiza una tabla de posiciones teniendo en cuenta sólo los resultados obtenidos en condición de visitante.
Apenas por encima de Patronato (al único que le ganó en su casa) y Colón, el Tripero sólo acumuló seis unidades en 12 ocasiones, producto de ese triunfo ante el Patrón y tres empates (San Martín de Tucumán, con Troglio de DT, y Aldosivi y San Lorenzo, ya con el Indio).
Además de lo numérico, el rendimiento del equipo fuera del Bosque es algo que preocupa también. Con lo más flojo en lo realizado ante Belgrano (caída 2 a 0) y ante Atlético Tucumán (4 a 1), quizás desde allí se explica en penar en cuanto a los promedios.
En los 12 partidos jugados fuera de casa, el plantel se mostró endeble en defensa y con poca precisión en ataque, lo que terminó desembocando en un cóctel final de 17 goles en contra y apenas seis a favor.
Esto representa, sin dudas, algo en lo que deberá trabajar Ortiz de cara al torneo que se avecina, pero que ya empezó en la cabeza de un entrenador Tripero que ha conseguido números positivos basado en dos premisas que pregona: solidez en el fondo y paciencia en ataque.
AQUELLA ÚNICA OCASIÓN EN QUE RETORNÓ GANADOR
El único triunfo de Gimnasia fuera de casa dentro de una Superliga a la que sólo le resta el cotejo ante Colón del próximo fin de semana, se dio en la fecha 5 y con la conducción aún de Pedro Troglio.
Aquel 16 de septiembre del año pasado, Gimnasia superó sin atenuantes a un rival directo en la lucha de los promedios, como el Patrón, con un doblete de Santiago Silva.
TRAS EL TRIUNFO, LA SEGUIDILLA ADVERSA
Luego de la única conquista lejos de 60 y 118, llegó el momento más complicado del equipo en condición de visitante. Tras el triunfo 2 a 0 en el Presbítero Bartolomé Grella de Paraná, Gimnasia encadenó seis caídas consecutivas fuera del Bosque.
Primero fue Unión en Santa Fe. El equipo de Madelón se impuso aquella noche por 1 a 0 con gol de Diego Zabala en la etapa inicial.
Luego fue el turno de un por entonces entonado Vélez. En el Amalfitani, los de Heinze aprovecharon la expulsión de Piovi, y con gol de Ramis superaron al Tripero por 1 a 0.
Tras la caída en Liniers, un golpe muy duro en Córdoba. El equipo fue una sombra ante Belgrano y cayó por 2 a 0 en uno de los partidos más flojos en la vuelta de Troglio. Lugo y Aguirre fueron los encargados de marcar para el Pirata.
Con la final de la Copa Argentina próxima a disputarse, fue River quien después se aprovechó del recambio Tripero. Con un conjunto también alternativo, los de Gallardo se impusieron por 3 a 1 con dos goles de Santos Borré y uno de Moya. Gómez había descontado para el Mens Sana.
Las caídas ante Atlético en Tucumán (4 a 1) y ante Lanús (2-0), terminaron por redondear una racha adversa de seis derrotas al hilo, que se cortó en Mar del Plata, ya con el Indio en el banco, con el empate en cero.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE