Consumo fantasma, el lado oscuro de la luz
Edición Impresa | 31 de Marzo de 2019 | 07:43

Es evidente que los electrodomésticos del hogar consumen electricidad. La heladera, el televisor, el lavarropas y el lavavajillas, entre otros, son aparatos que utilizamos diariamente y que resultan imprescindibles en la vida diaria.
Aunque, también es verdad que cuando llega la factura de la luz muchas veces se trata de bajar su utilización porque tienen un alto consumo de electricidad.
Si se tiene previsto empezar a ahorrar, una medida fácil y resolutiva consiste en apagarlos completamente y evitar así un consumo fantasma que abulte las facturas.
El consumo fantasma es la electricidad que se gasta cuando el electrodoméstico está en stand by. Aunque exista la creencia de que el modo en espera no consume casi nada, la verdad es que con la evolución de las nuevas tecnologías este modo ha aumentado en casi todos los aparatos del hogar.
Los que están conectados permanentemente a Internet como la computadora, el modem o la impresora aún son más vampiros energéticamente hablando.
Según la Agencia Internacional de Energía (AIE) un estudio demuestra que el consumo stand-by representa un gasto de entre el 5% y el 10% en los hogares y un 14% en las industrias.
Este consumo, que de primeras puede parecer mínimo, ya no lo es tanto si se empieza a sumar hogares, industrias y oficinas de todo el mundo.
En su cómputo global podemos hablar de toneladas de CO2 emitidas. Es por eso que desde la AIE se aconseja apagar totalmente los electrodomésticos, incluso desenchufarlos y evitar así el llamado “consumo fantasma”.
Otra buena idea es tomar conciencia de lo que realmente gastan los aparatos mediante un medidor de consumo. Este aparatito se conectan al enchufe e informa del consumo real del aparato.
Mirar bien el consumo en reposo de los aparatos electrónicos antes de adquirirlos en una buena opción. Los fabricantes ofrecen esta información al consumidor.
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