Extinction Rebellion: ¿de qué trata la movida que tiene loco al gobierno en Londres?

El movimiento Extinction Rebellion tiene a Londres en alerta máxima. ¿De qué trata la movida? Todo arrancó en 2018 y, como su nombre en inglés lo indica, tiene como objetivo rebelarse contra el gobierno británico con un mensaje ecologista. Aquel el 31 de octubre se lanzaron oficialmente en un acto en Parliament Square donde todos los ojos se posaron en los manifestantes que se mostraron desnudos.

A los pocos días este particular movimiento organizó su primera gran acción bloqueando puentes en el centro de la capital británica. Y desde allí no pararon ya que desde entonces están presentes en 49 países. En su sitio aseguran que que recibe "pequeñas donaciones" de particulares y "montos más importantes" de la parte de organizaciones como Guerilla Foundation, con sede en Berlín, quien ofreció 18.000 euros para su lanzamiento.

Además de desnudarse trepan a los micros, se pegan con goma a los edificios y hasta son capaces de bloquear puentes. Y son varios miles de manifestantes los que perturban el día a día de los londinenses, donde son detenidos por cientos, y son reconocibles por sus banderas que representan un reloj de arena en un círculo. Con ese símbolo muestran la urgencia para salvar el planeta, ya que temen la extinción de las especies y quieren "paralizar" Londres hasta que el gobierno británico acepte reunirse con ellos.

Concretamente piden de manera inmediata que el gobierno "diga la verdad" sobre el estado de emergencia climática, exigen la elaboración de un plan de acciones para reducir a cero las emisiones netas de efecto invernadero de aquí a 2025 y la creación de "asambleas ciudadanas" que, con la ayuda de científicos, se pronunciarían sobre cuestiones climáticas.

Uno de los fundadores, Roger Hallam, repite una frase que ya la tienen como lema: "Para cambiar hay que hacer ruido". Es asó como Extinction Rebellion busca influir sobre las políticas medioambientales globales, a través de la resistencia no violenta. Y fue tal la aceptación que ha seducido a un centenar de personalidades, como el lingüista Noam Chomsky, la altermundialista canadiense Naomi Klein o la autora ecologista india Vandana Shiva, quienes hicieron llamados para que la gente se una a ellos.

Lo cierto es que este sábado, el movimiento llevó a cabo su sexta jornada consecutiva de bloqueos en Londres para reclamar un "estado de emergencia ecológica", pese a que se hubieran registrado más de 800 arrestos desde el lunes.  Los militantes cortaron la circulación en Waterloo Bridge, en pleno corazón de la capital británica, con una sentada de los manifestantes.  Otros tres lugares de gran afluencia como Parliament Square, Oxford Circus y Marble Arch también fueron bloqueados "por la presencia de manifestantes", indicó la autoridad de los transportes de Londres. Finalmente hoy fue levantada la movida.

La protesta "entra en una nueva fase", indicó el movimiento en un mensaje publicado en su página web. "La 'fase uno' fue un enorme éxito. El hecho de ocupar lugares llamó la atención sobre nuestra causa", añadió y explicó que la "fase dos" debía ser sometida a discusiones hoy por la tarde. El domingo, Jemes Fox, un portavoz, había indicado que el grupo estaba dispuesto a hacer una "pausa" si el gobierno británico aceptaba negociar. En caso contrario, podría emprender nuevas acciones, advirtió. 

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