El Isis reivindicó la cadena de atentados en Sri Lanka

El grupo islamista radical Estado Islámico (EI) asumió hoy la autoría de la cadena de ataques perpetrados el Domingo de Resurrección contra iglesias y hoteles de lujo en Sri Lanka, cuyo número de víctimas aumentó a 321 muertos y 500 heridos.

La reivindicación fue acompañada por una foto y un video de los hombres que, según el EI, cometieron la masacre de hace dos días, que fue el ataque más letal en el país del sureste asiático desde el fin de una sangrienta guerra civil, hace una década.

La ONU dijo que 45 chicos murieron en los ataques suicidas con explosivos, cuyos objetivos fueron tres hoteles de lujo frecuentados por turistas y tres iglesias llenas de fieles por las misas de Pascua.

El gobierno había dicho hoy mismo que las investigaciones iniciales apuntaban a que los atentados habían sido una "represalia" por la matanza a tiros de 50 personas perpetrada por un racista blanco en dos mezquitas de Nueva Zelanda el mes pasado.

Las autoridades ya habían acusado ayer de los atentados a un grupo islamista local poco conocido llamado National Thowheeth Jama'ath (NTJ), pero habían dicho que investigaban si había tenido apoyo internacional para cometer ataques tan grandes.

En un comunicado difundido por su agencia de noticias Amaq, el EI dijo que los ataques tuvieron por blanco a ciudadanos de los países que participan de la coalición militar formada por Estados Unidos en 2014 para atacar al grupo islamista en Irak y Siria.

En una declaración posterior, el grupo dio los nombres de guerra de siete de los ocho hombres que, según dijo, estuvieron detrás de los "ataques benditos" contra cristianos en su "fiesta blasfema".

Amaq también difundió la foto de los ocho atacantes. Siete de ellos tienen sus caras cubiertas y tres portan cuchillos, informó CNN. 

La policía detuvo al menos a 40 personas por los atentados y dio poderes especiales a la policía y al Ejército para poder arrestar a sospechosos sin orden judicial. 

Es la primera vez que los militares tienen esta potestad desde el fin de la guerra civil.

El primer ministro Ranil Wickremesinghe dijo hoy que la policía buscaba a más sospechosos y advirtió que eran posibles más ataques. 

El país insular observó hoy un día de luto que comenzó con tres minutos de silencio, en coincidencia con los primeros entierros de víctimas de los ataques.

Las banderas ondearon a media asta en los edificios públicos, y las autoridades prohibieron la actividad de locales de venta de bebidas alcohólicas.

Más de 1.000 personas se congregaron en la iglesia de San Sebastián de la localidad de Negombo, al norte de la capital, que fue una de las atacadas, para rendir homenaje a los muertos.

Varios féretros fueron trasladados uno a uno hasta los jardines de la iglesia, y de allí a un cementerio dentro del terreno.

Los ataques fueron los peores de la historia contra la pequeña minoría cristiana del país, que representa sólo el 7% de los 21 millones de habitantes. 

La gran mayoría son budistas, seguidos por hinduistas y musulmanes.

El gobierno dijo estar investigando por qué no se tomaron precauciones luego de que el 11 de abril la policía local comunicara a superiores que una "agencia de inteligencia extranjera" había advertido que NTJ planeaba atentados suicidas contra iglesias.

El vocero del gobierno Rajitha Senaratne dijo que la advertencia no fue elevada a Wickremesinghe u otros ministros, exponiendo la incomunicación en los niveles más altos de la administración.

En tanto, continuaban los trabajos para identificar a los extranjeros muertos, entre los cuales Washington confirmó a cuatro estadounidenses.
Ocho británicos, diez indios y ciudadanos de España, Turquía, Australia, Japón y Portugal, entre otros países, también murieron.

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