Los números que cambiaron la historia
Edición Impresa | 30 de Abril de 2019 | 04:45

Por EDUARDO TUCCI
Los números cantan. En este caso son un verdadero recital con la mejor música, la del talento y la efectividad. El intérprete no para de sorprender a una platea que no se cansa de aplaudir. Lionel Messi, cuentan los archivos, desde que debutó en Barcelona, hace casi 15 años, pasó más tiempo siendo campeón de la Liga española que testigo de la consagración de otro equipo. Jamás el equipo “culé” había desarrollado una supremacía tan extendida hasta que el rosarino se calzó la camiseta azulgrana y, entre otras marcas, sumó 10 vueltas olímpicas desde 2004 a estos días. En todo ese camino de éxitos, el argentino fue el eje central.
Cambiaron los socios pero el líder fue siempre uno sólo que ya lleva 36 títulos en su haber y va por más. Se coronó en la Liga de España, la Copa del Rey, Supercopa de España, Champions League, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes con el Barsa y dos veces se consagro con la albiceleste en certámenes juveniles como los Juegos Olímpicos o el Mundial Sub 20. En el equipo catalán no paran de idolatrar al rosarino que es el futbolista con mayor cantidad de títulos en la historia superando a nombres rutilantes como Andrés Iniesta, Gerard Piqué, Sergio Busquets, Xavi Puyol y Víctor Valdés.
Pero hay más: con el triunfo ante Levante con gol de su propia cosecha Lio le puso el moño a su octava vuelta olímpica en 11 años y la cuarta en cinco temporadas. Además es la décima Liga en sus 15 temporadas en la entidad catalana y, como si todo fuera poco, está a dos conquistas de un récord, el de Paco Gento, que con 12 es el único jugador que aún lo supera.
Otros detalles marcan la enorme influencia de la “Pulga” en el histórico cambio de protagonismo que se viene operando en el fútbol español: Cuando Messi festejó su primera Liga (2004/05) la diferencia de campeonatos entre Real Madrid y Barcelona era tremenda: 29 a 17. Hoy la distancia entre los dos colosos del fútbol ibérico se redujo 33 a 26 con un responsable directo de ese achicamiento.
“No tenemos que pedir perdón por tener a Messi” había dicho el técnico Ernesto Valverde en una definición brillante. Barcelona tiene al mejor y lo aprovecha y vaya si lo aprovecha. En la primera liga de Valverde con el buzo de DT, el argentino convirtió 34 goles en 35 partidos y actualmente lleva 33 gritos en 31 presencias.
En todo este tiempo pasaron por alrededor de Messi figuras de enorme talento. No hace mucho se despidió de Iniesta, el notable cerebro que tomó otro camino en los finales de su carrera. Sin su presencia, Lio asumió responsabilidades de liderazgo y capitanía que no le pesaron.
Con 34 títulos quedó a cinco de Dani Alves entre los más ganadores de la historia. Tiene una vitrina cargada de distinciones individuales como el Balón de Oro o el Premio The Best, el Premio UEFA al Mejor Jugador de Europa, el de Mejor Jugador de la Liga de España o el Botín de Oro Europeo. Como goleador, está al tope de las estadísticas en su club, en la Liga de España y en nuestra Selección.
No cabe dudas que la irrupción de Messi en el fútbol mundial marcó un antes y después. Este fin de semana se escribió otro capítulo de una historia que, afortunadamente, sigue abierta.
Eduardo Tucci
deportes@eldia.com
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