Tras “el cuarto robo en 15 días”, vecinos de Plaza Yrigoyen piden más seguridad
Edición Impresa | 13 de Mayo de 2019 | 01:37

Hace poco más de 15 días, dos familias de una misma zona, de los alrededores de Plaza Yrigoyen (19 y 60), pasaron una noche de terror cuando dos sujetos armados y encapuchados -que por la descripción de algunos testigos se trataría de los mismos- se colaron en sus domicilios para robarles. Después de ese hecho, el barrio quedó “en estado de alerta”. No así los delincuentes.
Según contaron en el vecindario, el sábado último, desconocidos ingresaron por la fuerza en una casa de 20 entre 56 y 57 en ausencia de sus propietarios y saquearon el lugar. Algunas jornadas antes en esa misma manzana y en 20 entre 58 y 59, se registraron dos episodios similares.
Ayer por la tarde, los damnificados junto a otro grupo de frentistas se reunieron para conversar sobre la creciente inseguridad que se vive en ese sector de la Ciudad y aseguraron que “se vive con miedo”.
“Llevamos por lo menos 4 hechos en 15 días. Tenemos alarma vecinal y sabemos que hay cámaras, pero a los ladrones parece no importarle”, le dijo a este medio un frentista.
Las víctimas del último hecho, un matrimonio (ambos de 45 años) que tiene un hijo de cuatro años, refirieron a EL DIA cómo fue el escruche que motivó la reacción y el posterior encuentro entre los vecinos.
El dueño del inmueble indicó que el robo tuvo lugar en algún momento entre las 20.30 del sábado y la 1 de la madrugada del domingo, cuando los tres salieron a una cena familiar.
Al regresar, lo primero que notaron fue que la puerta de entrada había sido violentada. La perra -una “mestiza mediana”-, que había quedado en el jardín, no se veía por ningún lado.
Pensaron que los asaltantes aún podrían estar dentro de la vivienda y el temor se apoderó de la pareja. Entonces esperaron un tiempo prudencial.
La zona cuenta con alarma vecinal. Los damnificados creen que “a los ladrones no les importa”
Al no escuchar ruidos ni observar movimientos, entendieron que los responsables de haber forzado la abertura ya se habían escapado.
El animal apareció poco después, “sana y salva aunque algo asustada”, explicaron. El hombre señaló que “me llamó la atención que no haya hecho nada porque es de ladrar a los desconocidos, y tuvieron que pasar por ella sí o sí”.
En tanto, el interior de la casa era un caos. “Dejaron todo revuelto, la ropa tirada en el piso, cajones abiertos, los placares corridos”.
No se sabe con certeza cuánto tiempo estuvieron revisando el lugar. Lo cierto es que huyeron con un televisor Led de 32 pulgadas, dos notebooks, una mochila negra, “un poco de dinero” que había en una gaveta y otras pertenencias menores.
Lo que comenzó como una salida en familia, terminó de la peor manera.
Esa misma madrugada radicaron la denuncia en la Comisaría Quinta y, como se dijo, por la tarde se juntaron con otros vecinos para dialogar sobre qué medidas podrían implementar para paliar la situación.
“Son muchos robos en poco tiempo. Este era un barrio muy tranquilo y está movido ahora”, manifestó el damnificado.
Asimismo, según indicó, “a un matrimonio mayor que está a metros nuestro les entraron hace unos días, a la vuelta hace 10 y por la zona hará dos semanas”.
“Estamos todos convulsionados, tenemos mucho miedo”, añadió. Sobre ese último aspecto hicieron hincapié el resto de los entrevistados. “Hace dos años también nos tocó una racha de robos en la calle 20”, resaltaron. Luego de esa “tanda” de ilícitos, las autoridades provinciales cambiaron al comisario y, conforme a lo expresado por los frentistas “tuvimos algo de tranquilidad en la zona. Hasta ahora que nos tomaron de punto”.
LA ZONA DE LAS CUATRO PLAZAS
Las cuadras comprendidas entre las plazas Azcuénaga, Yrigoyen, el parque San Martín y el Alberti, fueron blanco de varios y diversos delitos en los últimos tres meses.
Entre los que más repercusión tuvieron, cabe mencionar la persecución que terminó con un delincuente de 19 años detenido tras estrellarse con su auto en 20 entre 36 y 37; los dos escruches a un kiosco de diagonal 73 y 42, perpetrado a metros de la comisaría cuarta y los cuales saquearon por completo el local; la entradera mencionada a una familia en 20 entre 58 y 59, donde ataron a los dueños con precintos y escaparon con un frondos botín; el edificio atacado por una banda de menores en 46 entre 29 y 30; el conflicto con presuntos usurpadores en un taller de 60 entre 20 y 21.
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