Usurpación en Berisso: “ofrecen” a la dueña que resigne parte de sus tierras

La Municipalidad de Berisso le ofreció a la propietaria de las 4,5 hectáreas usurpadas en enero de 2016 en Berisso, Elizabeth Riquelme, hacerse cargo de la “infraestructura básica” de los terrenos a cambio de “lotes subdivididos” para “adjudicarlos de manera social”, y que venda el resto pero apuntando a “una ganancia no exorbitante”.

Ante la consulta de este diario, el titular del área de Tierra y Vivienda, Paulo Ferreira, expresó: “Cuando los propietarios se acercaron, tratamos de mediar. El año pasado, en base a la ordenanza del PASU (programa de acceso al suelo urbano y regularización dominial -basado en la ley provincial 14.449-), se les hizo una propuesta de regularización”.

“El Municipio avanzó en un replanteo del área afectada -continuó-. Se hizo un censo de la gente que la está ocupando, un relevamiento de la tierra para conocer su condición y cuántos lotes se podían generar. Con esa información se efectuó una presentación previa ante el Gobierno provincial para saber si era factible desarrollar un barrio en ese sitio”.

¿La propuesta? “La ley 14.449 prevé la concreción de un consorcio urbanístico entre privados y municipios, en donde los privados, teniendo sus tierras ocupadas o desocupadas, las ponen a disposición y el Estado se hace cargo de la infraestructura básica. El dueño debe compensar al Estado con lotes subdivididos que serán adjudicados de manera social a otras familias y que el propietario (puede vender pero) debe tener una ganancia razonable; no exorbitante”. Y se opusieron “porque quieren el valor del lote (valor de mercado)”.

Vale recordar que la familia propietaria, como publicó EL DIA en su edición de ayer, contó que existió un preacuerdo por el que cedían, en agosto de 2016, el 30% de lotes a cambio de infraestructura, pero que el 70% restante podían venderlo como quisieran, y que “recién la semana pasada el Municipio se apareció con este nuevo acuerdo totalmente desventajoso”. Asimismo, circularon fuertes versiones sobre un supuesto arreglo entre ocupantes y la Comuna. La polémica está servida.