No repitieron en Liniers, pero Vélez pasó tranqui 2-0 frente a Lanús, y será el rival de Boca
Edición Impresa | 7 de Mayo de 2019 | 05:10

Como partido, minuto por minuto y jugada por jugada, nada que ver el Vélez-Lanús de anoche en el José Amalfitani de Liniers con el anterior en La Fortaleza, pero en este segundo capítulo el equipo de Gabriel Heinze encontró con mayor facilidad una ventaja que lo hizo aterrizar en los cuartos de final de la Copa de la Superliga, instancia en la que se cruzará con Boca: el domingo de local, el miércoles siguiente en la Bombonera.
Repasando el 2-1 para los velezanos del primer cruce de la serie eliminatoria, había argumentos de sobra como para imaginar otro gran espectáculo. Los hechos mostraron que cada partido es una historia diferente, y en un marco de “normalidad”, el Fortín sacó una rápida ventaja en pase largo para la corrida de Leandro Fernández, que definió cruzado, aguantó una tibia reacción del Granate, y antes que se completara el primer tiempo, Agustín Bouzat definió con clase, por sobre el arquero, una asistencia filtrada de Lucas Robertone.
Justamente Robertone se fue expulsado por doble amonestación a poco de comenzado el complemento, y será una baja importante para Vélez al menos en el primero de los cruces con Boca, que tendrá a Mauro Zárate como atracción central por la polémica que generó su pase de un equipo al otro. El trámite: el control no le alcanzó a Lanús.
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