La autopsia reveló que el diácono tenía un golpe en la cabeza y cinco heridas de arma blanca
| 10 de Junio de 2019 | 16:34

El cuerpo del diácono hallado asesinado en su casa de la localidad de Temperley era sometido hoy a la operación de autopsia, mientras los investigadores tomaban testimoniales a su entorno para intentar identificar a algún sospechoso, informaron hoy fuentes judiciales. La autopsia era realizada desde la 10 en la morgue judicial de Lomas de Zamora, ubicada en los tribunales de Banfield, en el cruce de Larroque y Camino Negro.
Los médicos forenses intentarán determinar las causas y la mecánica de la muerte de Guillermo Luquin (52), quien era diácono de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, de la Diócesis de Lomas de Zamora. Los forenses deberán confirmar si, tal como observaron ayer los peritos que realizaron el levantamiento del cuerpo, la causa de muerte fueron las al menos cinco puñaladas que vieron en el cuello. Una de esas heridas afectó la arteria carótida, por lo que se cree que fue la que ocasionó la muerte. También intentarán precisar si la data de muerte es de 12 horas antes al hallazgo.
El cadáver, que además presentaba algunos golpes, fue hallado desnudo y envuelto en sábanas al costado de la cama, donde se halló una gran mancha de sangre a la altura del cabezal y un velador roto. La principal hipótesis de los investigadores policiales y judiciales es que el asesino fue un conocido al que Luquín le permitió el ingreso. Los accesos no estaban violentados y descubrieron que un juego de llaves había quedado colocado en la reja del frente. Además, en la mesa de la cocina se encontró una gaseosa y dos vasos servidos.
"No descartamos ninguna hipótesis pero lo cierto es que el lugar no estaba revuelto como suele estar cuando alguien busca elementos de valor. Aunque el asesino sí se llevó el celular y la billetera de la víctima", dijo a Télam una fuente judicial. El fiscal a cargo de la investigación, Gerardo Mohoraz, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 de Lomas de Zamora, estaba abocado esta mañana a tomar varias declaraciones testimoniales del entorno de Luquin con el fin de reconstruir sus últimas horas e intentar identificar a algún sospechoso o si tenía algún conflicto.
Por lo que pudieron reconstruir, el sábado el diácono estuvo en la misa de las 18 y de la iglesia se retiró a las 19 y como ayer ya eran las 11 y no había llegado a la parroquia, ni contestaba llamados, su sobrino fue hasta su casa y lo halló asesinado. El fiscal aguardaba el resultado de pericias, ya que junto al cadáver fue hallado un cuchillo de cocina que se presume pudo ser el arma homicida y los expertos en rastros lograron levantar al menos seis huellas dactilares de distintos lugares y objetos.
El hecho fue descubierto cerca de las 12.30, en un domicilio ubicado en la calle Bombero Ariño 829, de Temperley, partido de Lomas de Zamora, donde Luquin vivía solo.
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