Conmoción por el crimen de un diácono: lo hallaron apuñalado y envuelto en una sábana

La vivienda estaba “ordenada y limpia”, salvo por una habitación. En ese lugar, sobre una mancha de sangre, la Policía descubrió el cuerpo de Guillermo Luquin, un diácono de 52 años, asesinado a puñaladas y envuelto en una sábana. Algunos minutos antes, un llamado al 911 había alertado de la situación a las autoridades.

El hallazgo tuvo lugar cerca de las 12.30 de ayer, en una casa de la calle Bombero Ariño 829, de Villa Galicia, en Temperley, donde Luquin residía solo.

Se investiga si se trató de un homicidio cometido por alguien que conocía a la víctima y se descarta el móvil del robo, informaron fuentes policiales.

De acuerdo a los voceros consultados, el hombre era diácono de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, de la Diócesis de Lomas de Zamora. Asimismo, señalaron que fue un sobrino de la víctima quien halló el cadáver de su tío y efectuó el llamado, tras lo cual, los efectivos constataron que el cuerpo desnudo estaba envuelto en sábanas al costado de la cama, en el piso de su cuarto.

En el dormitorio, los pesquisas detectaron a simple vista signos de lucha, un cuchillo de cocina junto al cuerpo y una gran mancha hemática sobre la cama. Luego arribó el Servicio de Atención Médico de Emergencias (SAME), que determinó que el ministro eclesiástico presentaba al menos una herida cortante en el cuello.

Sin embargo, en una revisión posterior de Policía Científica se estableció que la víctima tenía “varios politraumatismos en la cabeza y cinco lesiones punzo cortantes”. Una de ellas le afectó la carótida y, por consiguiente, se cree que fue la herida que terminó provocándole la muerte. Además, los peritos estimaron una data de muerte de unas 12 horas antes al hallazgo del cadáver. Mientras que en la mesa de la cocina hallaron una botella de gaseosa y dos vasos servidos, no detectaron que los ingresos al domicilio hayan sido violentados y descubrieron que un juego de llaves había quedado colocado en la reja del frente, detallaron los voceros.

Por ello es que la principal pista que siguen los investigadores apunta a que la víctima conocía a su o sus asesinos y les permitió el ingreso.

El expediente, inicialmente caratulado como “averiguación de causales de muerte” y luego como “homicidio”, está a cargo del personal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 del Departamento Judicial Lomas de Zamora, que espera para las próximas horas los resultados de varias diligencias, entre ellas, la autopsia.