Récord: el comercio platense cumplirá el 18º mes consecutivo de caída en las ventas

En el sector no dudaron en calificar la situación como “anormal” y advirtieron sobre el “peligro de acostumbrarse a vivir así”

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El comercio platense se encamina, sin “obstáculos” a la vista, a cumplir el 18º mes consecutivo de caída en las ventas. Una situación calificada como “anormal” por los dirigentes del sector, incluso en perspectiva histórica. Es que no sólo se trata de la profundidad de la crisis, sino de su “insoportable” extensión en el tiempo, puntualizaron.

En mayo, la caída a nivel nacional fue del 14,1% respecto del mismo mes de 2018, según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Se acumularon entonces 17 meses de debacle. Y la Ciudad no fue la excepción ni mucho menos. Ayer, 72 horas antes de que junio dé la campanada final, el titular de la Federación Empresaria de La Plata (FELP), Gustavo Vetere, y el presidente del Centro Comercial de Calle 8, 9 y Adyacencias, Guillermo Salvioli, confirmaron, en diálogo con este diario, que “la línea descendente” ahora cumplirá un año y medio.

La estabilidad del dólar, el re-relanzamiento del programa Ahora 12 a tasas más bajas y la llegada a los sueldos de muchos platenses de la primera cuota del aumento pactado en paritarias levantaron alguna expectativa entre los comerciantes. “Lo cierto es que la caída no se detuvo. En algún sector, como en ciertos mercaditos (no en las grandes superficies comerciales), pudieron apenas empatarle a mayo. Pero no hubo, en líneas generales, ningún indicio de recuperación”, explicó Vetere, aún a la espera de los números finales de junio.

“El Día del Padre se movió un poco la cosa, a pesar de que se trabajó menos que en 2018. Luego, la línea descendente no se detuvo”, afirmó Salvioli, quien puso en el podio de rubros afectados a los electrodomésticos, la indumentaria -tanto de mujer como de hombre- y la bijouterie.

ANORMAL

Un año y medio de caída en las ventas en forma consecutiva es una expresión que hace muchísimo ruido.

“Es que es anormal”, disparó Gustavo Vetere. “Esto no es un tiempo de crisis, es una crisis a la que no se le ve el fin. Y lo peligroso es acostumbrarse a vivir así”, advirtió el presidente de la FELP.

“La mayoría de los comercios están funcionando por debajo de la línea de subsistencia”, definió, e hizo un racconto de las situaciones que hoy estrangulan a la actividad.

“El inicio de la debacle se encuentra, sin dudas, en la caída del poder adquisitivo de los salarios, que representan el primer eslabón de la cadena del consumo”, dijo, para entrar en un pantano antiguo que los comerciantes perciben cada día más denso: el de la estructura impositiva, a la cual no dudaron en calificar como “perversa”.

“Se suman impuestos, imposiciones sobre imposiciones y trabas para trabajar que hasta se vuelven asfixiantes en un potencial contexto expansivo. Ahora, ni hablar”, señaló Vetere y puso sobre la mesa el impuesto sobre los ingresos brutos. “No se comprende, pero está más vigente que nunca. Uno paga por lo que vende, no por lo que gana. ¿Cómo se maneja eso cuando, como ahora, la mayoría de los comercios trabajan a pérdida?”, se preguntó.

“Los altos costos bancarios y los de las terminales de posnet, sin ventas se tornan altísimos”, añadió, para explicar que “todo ello va conformando un gasto fijo que no deja margen” para nada.

¿Y el empleo? Tanto Vetere como Salvioli subrayaron que “las grandes cadenas se manejan de manera despersonalizada. Pero en un pequeño o mediano comercio, sus 2 ó 3 empleados son parte de una familia. Se los forma, lo que cuesta mucho, y se entabla una relación personal. Y lo que debe tenerse en cuenta es que, si se echa a un empleado de un pequeño comercio, se está entrando en el principio del fin”, enfatizaron.

Pero las cargas sociales son “imposibles en este contexto”, apuntó Guillermo Salvioli, mientras que su par de la FELP indicó que “quien entra en descubierto en el banco para poder pagar sueldos se compra un salvavidas de plomo, ya que las tasas están en el orden del 90%”.

DOS LADOS DEL MOSTRADOR

Los analistas dicen que “hay un fuerte malestar compartido” a ambos lados del mostrador: el del comerciante que no vende y el del asalariado que no puede comprar. Un ejemplo entre tantos es el de las tarjetas de crédito. “La tasa de financiación es imposible. Y afecta tanto a uno como a otro. Hay tasas del 120%. Si una familia ingresa en la espiral de los pagos mínimos, no sale más”, alertaron.

“El tiempo (año y medio) es terrible. Se necesitan decisiones políticas fuertes”, remató Salvioli. “Las estadísticas de desempleo no computan a los comerciantes que cierran sus negocios. Y menos aún que esas personas difícilmente retomen la actividad”, finalizó Vetere.

 

6.159
Locales comerciales en actividad relevó la Facultad de Ciencias Económicas (UNLP) en noviembre de 2018. Las dos terceras partes se encuentran emplazados en el casco urbano, y el resto (en orden de relevancia) en City Bell, Los Hornos, Villa Elisa, Olmos, San Carlos y Gonnet.
30
Por ciento de locales comerciales bajaron sus persianas sólo en el microcentro platense en los dos últimos años, según el Centro Comercial de 8, 9 y Adyacencias. “La Comuna dijo que con el paseo (de 80 y 134) iba a menguar la cantidad de ambulantes. Pero creció”, aseguraron.

 

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