En Punta Lara, hallaron unos treinta huesos humanos y serían del cuerpo de un chico

Por la mañana, el pescador con intenciones de disfrutar del domingo en la playa de Punta Lara, tuvo el peor encuentro: un cráneo, luego una vértebra y más allá un metatarsiano. Un rato más tarde, en la zona se desplegó un fuerte operativo, con peritos de la Policía quienes confirmaron que se trata de restos humanos, en principio, pertenecientes a un cuerpo que al momento de morir tenía entre 6 y 8 años.

Según le informó a este diario una fuente de la investigación del caso, el primer rastrillaje policial detectó alrededor de 30 piezas, dispersas y sobre la arena, en un radio de unos cien metros, en la zona ribereña situada a la altura de la intersección entre la costanera Almirante Brown y la calle 110, al norte de la localidad de Punta Lara, Ensenada.

En el área trabajó personal de la Dirección Provincial de Criminalística de la Policía, que intervino también ante el hallazgo de los restos humanos pertenecientes a Johana Ramallo, la joven de 23 años, desaparecida el 26 de julio de 2017 en la Zona Roja platense. Aquel hallazgo se produjo en dos situaciones sucesivas con semanas de distancia, en Palo Blanco, Berisso, en agosto del año pasado.

La posibilidad de que hubiera vinculación con esa investigación quedó descartada rápidamente por los peritos, quienes dieron un primer parte informal que da cuenta sobre el desarrollo del cuerpo al que pertenecerían, asimilable al de un niño o una niña.

Además, del cráneo hay vértebras, costillas, una escápula, un metatarsiano y un cúbito.

Entre las preguntas por responder está la identidad de la persona, las circunstancias de su muerte y el tránsito de los huesos hasta la playa de Punta Lara.

Entre los primeros datos visibles, se apuntó que carecen de tejido blando. Los investigadores notaron en una de las piezas “una mancha blanca”, que podría indicar la presencia de un acelerador de la degradación de un cuerpo, como la cal, por ejemplo, según indicó la fuente.

“Llama la atención que estén todos los huesos en un radio de cien metros, más o menos. Es como si se hubiera roto, en esa misma zona, lo que los contenía”, dijo el investigador.

La conjetura incluía la presencia de una bolsa, no hallada en la zona y el zamarreo por el movimiento del agua en medio de un muelle sumergido, situado en el área.

La fuente indicó que tras el rastrillaje realizado por efectivos de la Policía en una zona que combina la playa yerma con un área de juncos, podría renovarse la búsqueda de más piezas en las próximas horas.

Mientras tanto, los peritos de la división de Antropología Forense de la Policía Científica comenzarán a realizar estudios sobre los huesos encontrados ayer, para avanzar con exámenes de identidad, antigüedad y presencia de químicos, entre otros ítems de la pesquisa.