Condenaron por femicidio al marido y acusado por el crimen de la instructora de fitness
Edición Impresa | 4 de Junio de 2019 | 03:41

El Tribunal Oral en lo Criminal I de La Plata dictaminó que Marcelo Nuñez (48) es un femicida y lo condenó a prisión perpetua por el brutal asesinato de su mujer, la profesora de fitness Claudia Salgán (40), quien murió luego de recibir golpes y puñaladas con un destornillador en su cuello, se presume, en medio de una fuerte discusión.
En su voto, el juez Hernán Decastelli dio por acreditado que “en las primeras horas de la mañana del 8 de julio de 2015, en el domicilio conyugal, de calle 493, entre 132 y 133, de La Plata, un hombre le asestó golpes y puñaladas con un destornillador en el cuerpo de su esposa Claudia Elizabeth Salgán, con intenciones de causarle muerte, y en un contexto de violencia de género, sucumbiendo la misma finalmente, esa noche, luego de ser operada en el hospital de Gonnet, y como consecuencia de las graves heridas causadas”.
En el fallo, que contó con la adhesión de los otros dos jueces del Tribunal, Ramiro Fernández Lorenzo y Cecilia Sanucci, se concluyó que el hecho descripto y ventilado en audiencia oral y pública configura el delito de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género (femicidio)”.
De esta forma, el Tribunal coincidió con lo dictaminado en el debate por fiscal de Juicio María Victoria Huergo y los abogados de la familia de la víctima.
En tanto descartaron el pedido de la defensa de Núñez, a cargo de los doctores Pablo Conti y Pablo Cuomo, quienes se opusieron al encuadre de femicidio, aunque consintieron el “homicidio calificado por el vínculo”.
El acusado, luego de los alegatos realizados la semana pasada, no hizo uso de la palabra y se retiró en silencio.
Ayer al conocerse el fallo hubo cánticos a favor de este fallo en la escalinatas de los tribunales de 8 y 56, dónde se reunieron familiares y amigos de la víctima, y organizaciones de derechos humanos, entre quienes estaba Marta Ramallo, madre de Johana, la joven de 23 años desaparecida en 2017 y asesinada luego, según se sospecha.
En el veredicto, se valoraron como agravantes contra el acusado “la extensión del daño causado y el sufrimiento innecesario infligido a la víctima”.
Con respecto a la extensión del daño causado, se tomó en cuenta “el sufrimiento que hoy perdura, en sus tres hijos, por haber perdido a la madre, la cual no solo servía de sostén afectivo sino de apoyo económico y de crecimiento de sus descendientes”.
En la investigación, el fiscal que investigó el caso, Marcelo Romero, incorporó a la causa la declaración que hizo Núñez a los policías que lo apresaron: ‘Se me fue la mano, me mandé un cagadón, la agarré mandando un mensaje y era con un flaco, se me pasó la mano y la pinché con un destornillador’”.
El fiscal valoró la confesión del imputado en la indagatoria. “... Empezamos a discutir y ella salió y yo le dije, ‘boluda por qué no agarrás tus cosas y te vas’. Seguíamos discutiendo. Le digo ‘vos me estás cagando de vuelta, yo nunca te di motivo de nada’, ella me decía ‘estás loco, estás hablando boludeces’, yo le decía ‘decime la verdad’, le dije que le había leído un mensaje que sonó y ella se empezó a reír. Ella me dijo ‘ma sí, cornudo’ ...()... agarré algo y se lo clavé”, confesó.
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