“Dolor y gloria”: inspirada y sentida autobiografía de un Almodóvar en la cumbre de su talento

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Por ALEJANDRO CASTAÑEDA

afcastab@gmail.com

DOLOR Y GLORIA.- Es un Almodóvar reposado, con más espesura dramática que sorpresas, un Almodóvar que cala hondo y de manera admirable en su biografía. Cuenta una serie de reencuentros en la vida de Salvador Mallo, un director de cine en su ocaso: recuerdos, su primer deseo, su amor, sus dolencias, su soledad, todo está allí, sin necesidad de subrayados. Y nos habla, también, del cine como la mejor (¿o única?) manera de superar el dolor para poder empezar otra vez. Un film de enorme claridad expositiva que termina siendo la confesión y el ajuste de cuentas de un artista en plenitud. Como siempre en Almodóvar, es un homenaje al deseo y a esos grandes amores que a su paso van dejando tanta dicha como dolores. Nos habla del perdón, del olvido, de las reconciliaciones, de ese cuerpo que muestra (Mallo no puede tragar su depresión) lo que su dueño quiere ocultar. Pero sobre todo del cine (del arte) como fuerza depuradora capaz de entregarle a este viejo realizador el mejor remedio para poder sanar su cuerpo y su alma.

El paso del tiempo, el desamor y la necesidad de hacer las paces con los recuerdos...

 

Almodóvar apela a la recreación para hablarnos de su vida. Y la imaginativa escena final, que resignifica todo lo que hemos visto, pone las cosas en su lugar y confirma el enorme poder revelador de la ficción, porque a veces –ha dicho- “las partes ficticias resultan más auténticas que lo real”. Como decía Borges: “todo relato no es otra cosa que una mentira que dice la verdad”. Antonio Banderas recrea a la perfección el doloroso transcurrir de este maduro artista lleno de achaques y de temores, que se refugia en el silencio y en la droga, que se queda sin ganas y sin amores. Un film sensible que habla del paso del tiempo, del desamor y de la necesidad de ir haciendo las paces con los recuerdos: un lejano amor que llega de visita, una madre que trae sueños, un viejo amigo reencontrado. Un cine diáfano, emotivo y aplomado. Un gran film, inteligente, intenso y profundo. (****MUY BUENO)

 

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