No hubo festejo dentro del campo de juego, pero sí en el vestuario

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Tras el pitazo final de Damián Rubino, los jugadores de San Carlos se abrazaron entre sí en la mitad de la cancha y se metieron directamente en el vestuario para dar rienda suelta a los festejos. Todos coincidieron en que no era necesario celebrar en el campo de juego, para lo despertar el enojo de los hinchas del Docke, que finalmente, se retiraron con tranquilidad.

 

 

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