La felicidad y la satisfacción de la madre de la criatura
Edición Impresa | 9 de Junio de 2019 | 04:55

Para Mariné Nuñez, la mamá de Thiago Tirante, la mañana de ayer no fue una más. A pesar que su hijo jugaba la final de dobles Junior en Roland Garros fue como todos los sábados a su trabajo en la farmacia de la esquina de 13 y 73.
Se levantó temprano como todos los días. Encendió la computadora en su casa para ver el partido de Thiago, pero debido al retraso que tuvo el encuentro decidió bajar la aplicación de la señal de cable en su celular. Y así se marchó a su trabajo. Claro con los nervios de la ocasión.
“Siento una alegría enorme, por todo el sacrificio que hace Thiago día a día y verlo reflejado en una cancha de tenis es un orgullo para mí como para el resto de la familia. En especial para su tía Vanesa, que es una de sus entrenadoras”, comenzó diciendo Mariné en el diálogo que mantuvo con este medio.
Se puede decir que Thiago nació con una raqueta en la mano, ya que cuando todavía gateaba ingresa a las canchas de tenis que tiene su abuelo en el barrio de La Cumbre.
Thiago mamó el tenis desde pequeño y así fue creciendo. Su pasión es el tenis y viene para el tenis. El año pasado egresó del secundario del colegio de diagonal 73 y 22 con un excelente promedio. El hecho de viajar no le impidió estudiar. Lo que es todo un ejemplo para el pibe de 18 años, cuyo triunfo tuvo una enorme repercusión a nivel nacional e internacional.
“Justo en la farmacia estábamos de turno, pero mis compañeras me bancaron; mientras relojeaba el celular para ver como iba el partido. Fue un encuentro muy parejo, pero a Thiago siempre lo vi bien y firme al igual que a su compañero”, comentó Mariné a lo que agregó que “ver a mi hijo en un torneo tan importante como Roland Garros es lógico que genere nervios, pero estaba más ansiosa, porque la final se demoró bastante en su inicio”.
Ni bien terminó el partido, Mariné se comunicó telefónicamente con su hijo. “Le dije que estaba orgullosa de él más allá del resultado, porque además de ser un buen deportista, es un buen hijo y una persona muy humilde”, remarcó la mañana de Thiago que una vez culminado el encuentro siguió trabajando como todos los sábados en la farmacia de la barriada de Altos de San Lorenzo.
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