Las pibas del rap

Las chicas se hacen oír en clave feminista. DJ, productoras y raperas cuentan cómo ganan lugar en un ritmo que antes no las registraba

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Por MARISOL AMBROSETTI / Fotos DOLORES RIPOLL Y DEMIAN ALDAY

vivirbien@eldia.com

La cultura hip hop crece entre el público sub 30 de la Ciudad y sus letras, que solían ser un arma de dardos machistas y homofóbicos, comienzan a reconvertirse bajo el influjo de rebeldía feminista.

Es viernes a la noche en La Plata y aunque afuera reina la ola polar, en el centro cultural de 49 entre 4 y 5 “las pibas” del hip hop platense empiezan a calentar la pista y el escenario: prueban sonido, micrófonos y pasos de breakdance, mientras las DJs definen los últimos detalles de las pistas que acompañarán a las raperas. Apuradas van y vienen con sus cabellos rosas, azules y violetas, glitter en la cara, las camperas de las tres rayas, zapatillas flúo, y labios rojos, fucsia y negros. Es el primer festival a cargo de Rudas, una flamante productora independiente creada por chicas hiphoperas y cien por ciento feministas.

Para explicar lo que están haciendo, las pibas reversionan nada menos que a Marx y hablan de “tomar el hip hop por asalto”, que será el lema de este primer evento.

“La idea es producir fechas a cargo de mujeres en una escena que siempre estuvo dominada por los hombres y en la que las letras, tradicionalmente, eran misóginas, machistas y homofóbicas”, explica Camila Rodríguez Meza (28), DJ, gestora cultural y una de las creadoras de Rudas Producciones junto con la rapera Florencia Buggiani (27) y Josefina Carballo (25).

En las famosas riñas de gallo o freestyle, nacidas en los `70 en los barrios periféricos de Nueva York como una forma (no siempre fructífera) de saldar diferencias entre pandillas, gana el que mejor improvisa, rima y descalifica a su contendiente, siempre al ritmo del rap. Se pone el cuerpo, se pechea, se agitan los brazos y se provoca. En los últimos años, esa escena es moneda corriente en La Plata y los curiosos pueden verlos competir a plena luz del día, domingo por medio, en Plaza Belgrano. En esa movida, no obstante, aún son mayoría los varones.

“La riña y la ofensa es el espíritu del freestyle, pero la cultura hip hop es mucho más que eso”, explica Flor Buggiani. “Ahora se ven más batallas del free-feminista, en las que se plantean temas como no usar vocabulario ofensivo hacia el otro porque es gordo, gay, puta, blanca o colorada, esas cosas que siempre se usaron para ganarle al otro. Eso es lo que se festejaba y aun se sigue festejando pero nuestra apuesta es otra”, aclara esta morocha marplatense de voz privilegiada antes de tomar el escenario para rapear a dúo un tema de Paulina ‘La Popi’ Molinari, que invita a pensar en femicidios y “sororidad” cuando dice “mirame bien, si yo no vuelvo, me tenés que reconocer, mirame bien, si yo no vuelvo, no te quedes callada, mirame bien, me tenés que reconocer”.

Para componer, Paulina ‘La Popi’ Molinari, que además de rapera es antropóloga, se prepara en los talleres de rima que organiza Sucre, otra productora de hip hop platense. A poco de sacar su primer disco “Abrí la boca”, cuenta que adscribe al “rap conciencia”, con letras feministas y de denuncia, como las que proponen, por ejemplo, las españolas de Tribade.

“Lo que rapeo es lo que transmito con mis militancias cotidianas: hablo sobre feminismos, sobre la opresión hacia las infancias y uso lenguaje inclusivo”, explica Paulina, que concibe todas sus decisiones como “expresiones políticas”, incluso la de no depilarse: “Mirá”, dice y ostenta sus piernas con pelo y orgullo. Más tarde se subirá al escenario para rapear un temas que dice “mi yo no encajaba y me subí a otro viaje, de querernos más, ser la revolución, dejar de odiar tu cuerpo es emancipación, es soltar estereotipos de dominación, sacarnos las caretas, poder ser quien sos, no soy una niña, ya crecí, no me quieran lampiña no me busquen más por ahí”.

Ahora se ven más batallas del free-feminista, en las que se plantea no usar vocabulario ofensivo”

Florencia Buggiani
Rapera

 

Las chicas del hip hop platense reconocen como referente argentina a Sara Hebe, que saltó a la fama por componer y cantar el tema de la serie El Marginal. También a las españolas de Tribade y a la Mala Rodríguez, defensora de los gitanos. Otra que pisa fuerte en esta escena es Cazzu, una jujeña de 25 años que es hoy la reina del trap local. Cuenta con millones de seguidores en las redes y presentará su último disco en el teatro Ópera de calle Corrientes en septiembre.

LA MAREA HIPHOPERA. Es domingo a la tarde y la plaza Belgrano, en 13 y 39, se inunda de gorritas con visera. Se encienden los micrófonos, se alistan los participantes, se preparan los jurados y la batalla de gallos no para hasta las 9 de la noche.

Josué Agratti es uno de los creadores de Sucre Producciones, organizadores de esas multitudinarias batallas de freestyle. Empezaron hace tres años y con el efecto del boca a boca, sumado a la difusión en redes sociales, llegaron a convocar a más de 500 personas a una final. Muchos, incluso, suelen viajar desde partidos vecinos como Berazategui, Florencio Varela o Quilmes. Y si bien al principio eran mayoría los chicos de la periferia de La Plata, en el último año se suman cada vez más platenses “del centro”, chicas y universitarios.

Sucre ofrece, también, talleres de rima a la gorra, para que los participantes tengan más herramientas a la hora de improvisar. Los lunes y miércoles de 18 a 21 se reúnen en el Pasaje Dardo Rocha y ya son cerca de 50 los adolescentes que aprenden a rimar.

La idea es producir fechas a cargo de mujeres en una escena que siempre estuvo dominada por los hombres”

Camila Rodríguez meza
DJ y productora

 

El domingo pasado se eligió al “Campeón de Invierno” en el escenario del centro cultural de 67 y 117. Fueron más de tres horas de rapearla duro ante la mirada atenta del jurado y el público que arenga con las manos en alto y exclamaciones de apoyo a los buenos remates. Eso sí, es una movida pensada para adolescentes: arranca a las cuatro de la tarde, termina antes de las nueve, no faltan algunos padres que acompañan y, en la competencia, no se vende alcohol, solo agua y gaseosas.

Agustín Remiro, conductor de un programa de hip hop y uno de los jurados del Campeón de Invierno explica que “muchos de los chicos que se acercan son muy jóvenes, tienen menos de 15 años y la idea es generar un ambiente divertido pero seguro”. Cuenta que de los 24 competidores del domingo, cuatro eran mujeres: “Vos dirás ‘son pocas’, pero el año pasado no había ninguna”.

Pero ¿Qué evalúa un jurado de freestyle? Remiro, oído entrenado en riñas raperas, explica que el freestyle es, ante todo, improvisación, ritmo y competencia. “Es importante el punch line, que es el remate o cierre de los cuatro compases; también el flow, la armonía entre voz y música y también la capacidad para hablar del tema propuesto por los organizadores”.

El nuevo Campeón de Invierno del hip hop elegido en la ciudad el domingo fue “Mecha” Maturin. Debe su apodo a sus rulos crespos pintados de rosa. Ahora le esperan meses de duro entrenamiento porque aspira a participar en el mundial de hip hop en español, un clásico internacional de la movida rapera que organiza una famosa marca de bebidas energizantes y que, este año, tendrá sede en España.

Pero primero tendrá que ganar la final nacional, prevista para el 5 de octubre en el mítico Luna Park. Si con sus rimas punzantes logra dejar en la lona a sus competidores, representará a la Argentina en la arena mundial. Sabe que es clave probar rimas todos los días, como un atleta de la lengua al ritmo del hip hop porque, como dice el slongan del campeonato “muchos hablan, pocos riman y solo los mejores improvisan”.

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