La historia del “glover” justiciero que vio un robo, corrió al ladrón y lo mató de una puñalada

A las 9 de la noche, mientras los policías cortan el tránsito y empiezan a aparecer algunos curiosos, los “glovers” van y vienen por 46 entre 9 y 10, una cuadra de una zona en la que conviven algunos restoranes con demanda de pedidos. Unos minutos antes, en un cuadro similar, uno de esos motoqueros con mochilas de colores vio un asalto en la vía pública y reaccionó. Todo terminó con una muerte: según los primeros informes policiales, el repartidor forcejeó con el ladrón y le dio una puñalada en el pecho que lo mató prácticamente en el acto.

Esos informes, indicaron que la víctima fatal iba armada con un revólver y lo había esgrimido ante una mujer para sacarle sus pertenencias en 46, hacia la intersección con 9 y diagonal 74.

Ese hecho desencadenó lo que, se presume, fue la intervención del repartidor, quien habría iniciado una persecución del ladrón que finalizó inmediaciones de la esquina de 10 y 46, cuando ambos hombre se trenzaron en lucha.

INTENTO DE ROBO AL “JUSTICIERO”

Una fuente vinculada con el caso indicó que el ladrón, habría intentado robarle la moto al hombre que buscaba intervenir como “justiciero”.

Así, la avanzada dio lugar a un forcejeo durante el cual al ladrón se le habría caído el revólver. En ese momento, el repartidor de la aplicación Glovo le habría hundido un cuchillo a la altura del esternón.

El cuerpo quedó tendido bajo el umbral de una panadería, con el arma de fuego a su lado.

La Policía lo identificó oficialmente como Julio Zapata, de 47 años, con domicilio en Ensenada.

La situación puso en estado de alerta a todo el vecindario y a policías que circulaban por la zona. Cuando llegó la ambulancia, el ladrón estaba muerto.

El repartidor, cuyos datos no trascendieron (solo se sabe que tiene 32 años), sufrió una herida en la mano, se presume, del arma blanca que empuñó y estaba fuera de peligro.

Algunas versiones indicaban que tras el incidente mortal había escapado y luego volvió. Sin embargo, una fuente de la pesquisa aclaró anoche que no se movió del lugar hasta que llegaron la policías, los médicos y la fiscal penal en turno Ana Medina (UFI Nº 1), quien condujo las primeras actuaciones en la escena del crimen.

El repartidor, “en estado de shock” tras el enfrentamiento, fue identificado en una causa que se caratuló como homicidio y pudo retirarse a su casa.

VERSIÓN DE UN TESTIGO

La primera versión de los hechos la brindó el protagonista del incidente, pero unas horas más tarde, los pesquisas encontraron a uno de los testigos de toda la secuencia, iniciada con el robo a la mujer (no identificada aún).

“Confirmó todo lo que teníamos. Hubo un asalto, el ladrón escapó, el motoquero lo vio, comenzó a perseguirlo. Cuando el glover lo detuvo, cerca de la esquina, el delincuente le quiso robar la moto. Lo amenazó con el revólver, empezó la lucha y el repartidor le dio la puñalada”, indicó la fuente.

En esas primeras actuaciones, los investigadores solicitaron la lista de denuncias que se recibieron a través del 911 en la zona del hecho. Se busca establecer además, si el ladrón venía de un raid de delitos en el microcentro.