Guido Pella brilló como nunca y dio su gran salto personal en la “Catedral del Tenis”

El bahiense dejó en el camino a Anderson en el mejor partido de su carrera y ahora jugará frente al canadiense Milos Raonic

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Las grandes historias del deporte requieren de escenarios acorde y, más que nada, de contextos y rendimientos que estén a la altura para insertarse como nuevas páginas en el recorrido histórico de cada una de las disciplinas.

Esto le sucedió precisamente al bahiense Guido Pella, que en la jornada de ayer y por la tercera ronda de Wimbledon, el Gran Slam por excelencia dentro del circuito ATP, dejó en el camino al número 8 del ranking mundial, el sudafricano Kevin Anderson, por 6-4, 6-3 y 7-6 (7-4).

Así, el argentino número 26 del escalafón, consiguió el triunfo más resonante de su carrera y se metió, por primera vez en su historia, en Octavos de final de uno de los cuatro grandes torneos.

Ahora, quien también participó en la obtención de la Copa Davis en 2016, buscará escribir un nuevo capítulo, el lunes venidero ante otro competidor de fuste, como el canadiense Milos Raonic, especialista en servicios.

De la negatividad al disfrute

El momento, y más precisamente el repunte de Guido Pella en lo que viene siendo su mejor año, podría explicarse desde el cambio de mentalidad que tuvo. Y es que, más allá de la positiva llegada de José Acasuso al rol de entrenador, el bahiense ha logrado dejar de lado esa negatividad que lo caracterizaba y que encontró su punto más profundo en la derrota sufrida en febrero de este año, en la final del ATP de Córdoba ante un prácticamente desconocido Juan Ignacio Londero.

Tras dicha caída, tercera chance desperdiciada de conseguir su primer título luego de Río 2016, Munich 2017 y Umag 2018, el jugador entró una depresión en la que creyó no podría salir e incluso le había manifestado a su entorno que “nunca más podría ganar nada”.

Sin embargo, apenas un mes después de haber conocido el abismo deportivo, Pella se desahogó, consiguió el título en San Pablo y logró sacarse una espina que no le permitía encontrar el disfrute en su juego.

“No es fácil aguantar a un tipo tan negativo y triste”, había manifestado tras la emocionante consagración en Brasil. “Ahora que venga lo que venga, puedo ganar o perder, pero no será porque me falle la cabeza. Todo lo que quería lo cumplí, una Copa Davis y ahora un título; no le puedo pedir mucho más al tenis”, sentenció.

Lo cierto es que a partir de ese “click” mental, tan importante en un deporte individual como el tenis, el bahiense ha subido escalón por escalón hasta llegar a dar un gran golpe en Wimbledon, ese que le propinó al actual número 8 del mundo y que intentará repetir el lunes, frente a Raonic.

el peque, por el pase a octavos

Diego Schwartzman, el otro argentino sobreviviente en Wimbledon, buscará acompañar a Pella en los octavos de final cuando, en la jornada de hoy, se mida con Matteo Berrettini, número 31 del ranking mundial.

El partido entre el Peque y el italiano dará inicio aproximadamente a las 8.15 (hora argentina) y podrá verse por los distintos canales de la señal ESPN.

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