Advierten que en la mayoría de los casos el colesterol se controla mal

Un relevamiento hecho en hospitales y clínicas de La Plata entre más de medio millar de pacientes reveló que a un 62% de ellos no se los había evaluado con la frecuencia necesaria en función de su riesgo

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Por: José Maldonado

jmaldonado@eldia.com

Pese a a ser uno de los factores que hoy genera mayor cantidad de muertes y secuelas graves en el mundo por conducir a infartos y ACVs, el colesterol es un problema que sigue sin recibir la debida atención. Y no sólo por parte de los pacientes. Un estudio de campo realizado en hospitales y clínicas platenses puso en evidencia que en la mayoría de los casos de mayor riesgo tampoco los médicos lo controlan bien.

El relevamiento -realizado entre medio millar de personas atendidas en los Hospitales San Martín y San Juan de Dios, el Sanatorio Argentino y el Instituto de Diagnóstico Cardiovascular- mostró que un 62% de los pacientes no son controlados de manera adecuada porque no se les pide los estudios específicos con la frecuencia necesaria ni en función de su riesgo particular.

LOS ERRORES FRECUENTES

“El objetivo del trabajo era determinar en qué medida los cardiólogos, médicos generalistas, endocrinólogos y clínicos en general controlamos adecuadamente uno de los factores de mortalidad más importantes del mundo como es el colesterol. Para eso fueron evaluados en La Plata unos 580 pacientes adultos de las tres poblaciones de mayor riesgo: las personas con diabetes, las que sufrieron infartos y las que presentan obesidad”, explica el doctor Diego Barés, docente de la Cátedra Medicina Interna A de la Facultad de Medicina de La Plata, uno de los impulsores de la investigación.

Las personas con infartos previos, diabetes y obesidad son quienes más se deberían controlar

 

“Se considera que el control de las dislipemias es inadecuado cuando no se estratifica adecuadamente a los pacientes en función del riesgo que presentan o bien cuando no se les pide un perfil lipídico con la frecuencia que corresponde según su estratificación, dos situaciones que vimos que ocurren en el 62% de los casos”, detalla Diego Barés.

Ocurre que “el valor óptimo de LDL (el llamado colesterol malo) no es universal -comenta el médico-: no se puede utilizarse el mismo parámetro para una persona con una enfermedad de base que para otra que está sana. Mientras que en un paciente con riesgo bajo, un LDL aceptable puede estar en 190; en un paciente de riesgo moderado (por ser quizás tabaquista e hipertenso) debería estar por debajo de 160 y en uno con riesgo muy alto, por debajo de 100”.

EL RIESGO QUE IMPLICA

“Los resultados del estudio surgen de evaluaciones hechas en las guardias entre pacientes de riesgo que fueron a consultar; no sobre población general. Si bien desde el punto de vista epidemiológico esto supone una segmentación; se trata sin embargo de un número importante de pacientes, entre los cuales se advirtió un bajo nivel de control”, señala por su parte el doctor Diego Echazarreta desde el Servicio de Cardiología Hospital San Juan de Dios.

“Esa población evaluada estaba compuesta por adultos con factores de riesgo, ya sea porque han tenido un episodio de infarto, padecen diabetes o presentan sobrepeso u obesidad. Y se considera que no están controlados de manera adecuada porque sus niveles de lípidos no han sido evaluados con la periodicidad necesaria para prevenir que su cuadro progrese en enfermedad coronaria”, cuenta Echazarreta.

Entre esa población de riesgo, detalla el médico “un control adecuado del perfil lipídico implica al menos una evaluación anual, y no sólo del colesterol total, sino también del LDL (el llamado “colesterol malo”) el HDL (“el bueno”) y los triglicéridos. Porque muchas veces se mide sólo el colesterol total y eso no alcanza para hacer una correcta determinación”.

“Cuando esos pacientes de riesgo no tienen sus niveles de lípidos adecuadamente controlados -explica Echazarreta- existe una alta probabilidad que aquellos que sufrieron un infarto lo vuelvan a tener, que quienes sufren diabetes desarrollen enfermedad coronaria, y que quienes son obesos sufran un episodio cerebrovascular. De ahí la importancia de hacer un buen control”.

Las evaluaciones en las que se basó el trabajo fueron hechas entre el Servicio de Clínica Médica de Admisión del Hospital San Martín, la cátedra de Medicina Interna A de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNLP, el Sanatorio Argentino y el Instituto de Diagnóstico Cardiovascular.

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