Las raíces de la hostilidad de EE UU con los hispanos

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México

Emilio Sánchez

EFE

La animadversión en Estados Unidos hacia los mexicanos y los hispanos en general, como demostró la masacre de hace dos semanas en El Paso (Texas), tiene profundas raíces en la historia del país y se remonta a la llegada de los primeros colonos ingleses a las costas del este de Norteamérica.

Al rencor hacia todo lo que representa el mundo hispano se une también el profundo desconocimiento de la historia de Estados Unidos y la importancia de los exploradores españoles desde principios del siglo XVI, mucho antes que llegaran los ingleses. De otra forma no se entienden ciertas ideas como las del presunto autor de la masacre de El Paso (Texas) de hace dos semanas, Patrick Crusius, sobre la “invasión hispana de Texas” y su objetivo de matar mexicanos, según confesó a la Policía.

En la masacre del pasado 3 de agosto en un centro comercial de El Paso murieron 22 personas, 8 de ellas de nacionalidad mexicana, y 24 resultaron heridas, muchos de ellas de gravedad.

La confesión de Crusius provocó estupefacción en México por la magnitud del resentimiento hacia lo hispano después de sufrir desde hace tres años la retórica incendiaria y humillante del presidente Donald Trump contra los mexicanos.

“Desde la llegada de los colonos ingleses a la costa este de Estados Unidos (principios del siglo XVII) ya tenían un fuerte resentimiento hacia España y el catolicismo. Ese fuerte rencor se extendió luego hacia lo hispano y México”, explica el profesor Silvestre Villegas Revueltas, del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM).

La antipatía inicial hacia el catolicismo de los puritanos ingleses fue posteriormente tomando forma y con la independencia de Estados Unidos de la corona inglesa en 1776 se diseñó desde Washington un plan estratégico de expansión y ocupación del resto del continente.

“El sentimiento antihispano permanece sin cambios. Es un rechazo implícito al catolicismo y a una cultura hispana viva y pujante”, asegura el profesor Villegas.

Lo que ha hecho Donald Trump desde su exitosa campaña electoral de 2016 es explotar un sentimiento natural ya enraizado en muchos estadounidenses que claramente detestan lo que representa México y el mundo hispano.

Nunca antes ningún político como Trump se había atrevido a calificar a los mexicanos de “violadores y criminales”, pero desde los padres fundadores de Estados Unidos como Thomas Jefferson y John Adams a presidentes como William Taft y Richard Nixon no ocultaron su rechazo hacia lo hispano por la superioridad racial estadounidense y su deseo de dominio sobre todo el continente.

 

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