Alerta por una ola de “cuentos del tío” con falsos operarios en la zona de Plaza Yrigoyen

Las víctimas son adultos mayores. En dos de los hechos simularon ser de Edelap, ataron a mujeres de 85 y 92 años y robaron plata

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La difusión del asalto que el miércoles pasado sufrió una mujer de 92 años en su casa de 55 entre 17 y 18, donde delincuentes la sorprendieron y maniataron simulando ser operarios de Edelap, puso en alerta a todo el barrio, ya que muchos vecinos refirieron que “hubo varios casos parecidos en el último mes”.

Uno de ellos tuvo como blanco a otra mujer de 85 años que fue atacada en su vivienda de 19 entre 58 y 59 bajo una modalidad casi idéntica, revelaron sus familiares.

Este incidente sucedió el 23 de julio pasado, entre las 11 y las 12 del mediodía, cuando la jubilada salió a hacer un mandado y notó que “había operarios trabajando en un poste”, contó a este diario un allegado a la víctima. Otros frentistas también los vieron, aunque no llamaron la atención de nadie, ya que estaban con “con ropa de trabajo, cascos, guantes, un arnés, los conos naranja y una escalera de la que subían y bajaban haciendo que tiraban un cable”, explicó la misma fuente, sin pasar por alto que “estaban en una camioneta blanca”.

Una vez que la mujer volvió a su casa uno de estos sujetos la abordó diciéndole que la estaban esperando porque debían “revisar los medidores”. “Hasta le mostraron una identificación”, aportó el familiar.

La mujer no sospechó; en parte por el convincente despliegue de los sujetos, pero también porque “hacía poco tiempo “habíamos hablado a Edelap para que cambiaran el medidor, ya que al cerrar con una reja había quedado adentro”, explicaron.

Primero ingresaron dos “operario”, que terminaron siendo tres. Y en pocos segundos sacaron a relucir para qué estaban ahí.

Aclaró la mujer que no mostraron armas ni le pegaron, pero le ordenaron que se quedara quieta y callada en su cuarto, donde la forzaron a sentarse en la cama mientras le sujetaban las piernas con el alambre de una percha. Después de revisar todos los ambientes escaparon con dinero - “poco”, según el familiar que habló con este diario- y electrodomésticos chicos. La dueña de casa, en tanto, pudo quitarse el alambre, salir y pedir ayuda. Luego radicó la denuncia y supo, por dichos de otros vecinos, que hubo “dos episodios similares en la zona, además del robo” del último miércoles, donde se llevaron 20 mil pesos.

En uno de esos incidentes lograron colarse en una finca diciendo que eran de Camuzzi, mientras que en otro se presentaron como empleados de Absa, aunque los dueños del domicilio desconfiaron y no los dejaron pasar. Las autoridades recomiendan, en particular a los adultos mayores, estar muy atentos a este tipo de maniobras y validar la visita de cualquier operario directamente con la empresa involucrada, para evitar convertirse en víctimas.

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