Los Medina, de pujas internas al intento de recuperar el gremio
Edición Impresa | 27 de Agosto de 2019 | 01:35

La detención de Juan Pablo “Pata” Medina el 26 de septiembre de 2017 no sólo dejó al desnudo un entramado familiar en torno al cual se desarrollaban distintas maniobras que se le imputan, como los de presunta “asociación ilícita, lavado de dinero y extorsión”, también mostró que en la familia, de la que aún permanecen detenidos su hijo Cristian “Puli” Medina y, con prisión domiciliaria, su esposa, Fabiola Garcìa, existía una fuerte disputa interna.
Así quedó expuesto, por ejemplo, en escuchas telefónicas pertenecientes a la investigación en las que el entorno del ex líder sindical se intercambiaba reproches y se disputaba la incidencia en el sindicato. En aquella oportunidad, participaron de algunas de esas tensiones la hija de Medina, Analía, y el hijo de García, Agustín, en las que le reprochaba la situación judicial de su padre, al tiempo que éste señalaba ciertas traiciones al círculo íntimo familiar.
Sin embargo, pasado este tiempo esas rispideces parecen haberse atenuado sino desaparecido. Fundamentalmente porque el hijo de Analía, Braian Medina, manifiesta en las redes sociales su público apoyo a su tío “Puli” y porque estas manifestaciones en contra de la intervención gremial parecen incluir también al hijo adoptivo del sindicalista, Agustín Medina y el sector que representa. “A partir de mañana (por ayer), la Uocra La Plata vuelve a ser ´Medina conducción´, de la mano del Pata y Puli”, escribió el nieto del ex secretario general en las redes sociales en intercambios solidarios con el resto de los miembros del llamado “clan Medina”.
Ayes, tras lo incidentes, su madre Analía difundió un mensaje público de “unidad del movimiento obrero” y citó a su padre, en el marco de una tensión que no para de crecer. En la familia del ex líder sindical la coincidencia parece ser el reclamo de elecciones, aunque fuentes vinculadas a la intervención vienen advirtiendo la ausencia de documentación clave para iniciar ese proceso, como el empadronamiento de afiliados, pero, sobre todo, la situación de violencia interna entre las facciones que se disputan la conducción.
“En estas condiciones no se puede pensar en la normalización del gremio”, insistieron ayer en el entorno del rosarino Vergara, designado para esa misión por el líder nacional de la Uocra, Carlos Martínez, luego de la detención de Medina.
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