Martel, presidenta del jurado del festival de Venecia, “incómoda” con Polanski

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La Mostra de Venecia arrancó ayer entre la polémica por la participación del cineasta franco-polaco Roman Polanski, acusado por violación de una menor en Estados Unidos durante la década del 70.

La presidenta del jurado de la sección oficial, la directora de cine argentina Lucrecia Martel, reconoció que “le incomoda” la participación en el festival veneciano del veterano cineasta polaco.

La cineasta sorprendió al anunciar en plena conferencia de prensa inaugural que no va a presenciar el estreno oficial del filme de Polanski, “J’accuse” (Yo acuso), programado para mañana, por lo que lo verá en una función privada.

“No voy a asistir a la gala de Polanski porque represento a muchas mujeres que estamos luchando en Argentina por cuestiones como ésta, no deseo ponerme de pie y aplaudir”, declaró Martel, referente feminista, y quien apoyó a actrices argentinas en su denuncia de violación contra Juan Darthés.

Tras conocerse sus declaraciones, la cineasta después precisó que fueron mal interpretadas.

“Como no separo la obra de su autor y reconozco la humanidad en las obras precedentes de Polanski, no tengo nada en contra de que su filme compita”, dijo en una nota oficial.

“No tengo prejuicio alguno hacia el film y lo miraré como todos los otros en competición. Si tuviera prejuicios, renunciaría al cargo de presidenta del jurado”, adelantó.

La invitación al legendario Lido veneciano al maestro del cine franco-polaco, de 86 años, en concurso con “J’accuse”, sobre el caso Dreyfus, el escándalo antisemítico en Francia entre 1894 y 1906, abrió un debate sobre el artista, su obra y su propia vida.

“No separo la obra del hombre, pero creo que su obra merece una oportunidad por las reflexiones que plantea, creo que merece una chance, por las cosas humanas que ha puesto en sus películas”, reconoció la cineasta argentina.

Por su parte, el director del festival Alberto Barbera, defendió la inclusión de la última obra del cineasta como una reconstrucción “extraordinaria” de un evento histórico y pidió que sea juzgado por su trabajo.

“La historia del arte está llena de artistas que han cometido crímenes de diversa entidad y no por esto hemos dejado de tomar en consideración y admirar las obras que han hecho”, explicó.

Martel lanzó también una propuesta controvertida al pedir que por dos años consecutivos el festival seleccione el mismo número de realizadores hombres y mujeres.

Un pedido de los movimientos feministas por la escasa presencia de directoras de cine mujeres en la competición oficial, tan solo dos sobre 21 filmes.

“Y después vemos qué pasa”, comentó Martel, convencida de que las mujeres, así como otras minorías, necesitan espacio para sus artistas.

Y es justamente el papel del artista, su egocentrismo, el tema abordado en el filme “La verdad” del cineasta japonés Hirokazu Kore-Eda, protagonizado por Catherine Deneuve y Juliette Binoche, con el que se abrieron ayer los diez días de Mostra.

Las difíciles relaciones entre madre e hija del galardonado realizador japonés, en competición por el León de Oro, es un retrato de las contradicciones, envidias y rencores, narradas por el vencedor el año pasado de la Palma de Oro en Cannes con el genial filme “Un asunto de familia”.

 

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